El ataque tuvo lugar sobre una zona residencial y provocó varias explosiones. La administración regional ha denunciado que, por primera vez, Rusia había utilizado aeronaves no tripuladas cargadas con metralla, con el aparente objetivo de causar más destrucción
Dos personas han muerto y otras doce han resultado heridas por un ataque con drones lanzado este viernes por las Fuerzas Armadas de Rusia sobre la ciudad de Sumi, en el noreste de Ucrania, según un balance preliminar divulgado por las autoridades locales.
El ataque tuvo lugar sobre una zona residencial y provocó varias explosiones. La administración regional ha denunciado que, por primera vez, Rusia había utilizado aeronaves no tripuladas cargadas con metralla, con el aparente objetivo de causar más destrucción.
La región de Sumi está situada en la frontera con Rusia y es una zona clave para el suministro logístico de las tropas ucranianas que combaten en la región rusa de Kursk. El martes, doce personas perdieron la vida por un ataque con drones en esta provincia, mientras que otras tantas fallecieron el fin de semana por el impacto de un cohete en un edificio de la capital regional.
Las administraciones militares de la ciudad y la región han distribuido imágenes de casas y edificios dañados por el ataque.
Los paramédicos introducen en un vehículo de emergencia a una persona rescatada de los escombros de un edificio residencial alcanzado por un ataque de drones rusos, en el contexto del ataque de Rusia contra Ucrania, en Sumy, Ucrania. 22 de noviembre 2024. Servicio de prensa del Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania en la región de Sumy/Cedida a REUTERS
“Este 22 de noviembre el enemigo ha atacado una zona residencial de la capital regional utilizando drones Shahed”, se lee en la cuenta de la Administración Militar de la región de Sumi, de la que es capital la ciudad homónima atacada.
Rusia ataca cada noche territorio ucraniano con drones kamikaze Shahed que son especialmente difíciles de interceptar en las regiones fronterizas, debido a la mayor cercanía con el punto de lanzamiento.
Sumi es una de las regiones de Ucrania más castigadas en esta guerra, al ser atacada a diario con artillería, misiles, drones y otros tipos de armamento desde el otro lado de la frontera.
Por su parte, La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos apeló este martes a la protección de las vidas civiles, después de que Washington autorizara a Kiev a atacar territorio ruso con armamento norteamericano de largo alcance y las nuevas amenazas de contraataques nucleares con las que Moscú respondió este martes.
Los bomberos trabajan en un lugar de una zona residencial alcanzada por un ataque de drones rusos, en el contexto del ataque de Rusia a Ucrania, en Sumy, Ucrania. 22 de noviembre 2024. Servicio de prensa del Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania en la región de Sumy/Cedida a REUTERS
“La protección de las vidas civiles y la infraestructura no militar deben ser prioritarias a la hora de emprender cualquier conflicto, así de simple. El uso de armas en un hostilidades debe tener especialmente en cuenta formas de evitar daño a los civiles”, subrayó en rueda de prensa el portavoz de la oficina Jeremy Laurence.
El presidente ruso, Vladímir Putin, aprobó este martes una doctrina nuclear que permite respuestas con armamento nuclear ante ataques convencionales que amenacen la soberanía de Rusia y Bielorrusia, una medida que llega dos días después de que su homólogo estadounidense Joe Biden concediera permiso a Ucrania para atacar objetivos en Rusia con armas norteamericanas de largo alcance.
El portavoz de la ONU también recordó que en los últimos dos días al menos 30 civiles han sido asesinados en ataques contra zonas residenciales ucranianas en Sumi, Odesa y Glujov, ciudad esta última donde nueve personas, entre ellas un niño, murieron la pasada noche en uno de esos bombardeos.
Laurence subrayó asimismo que este martes se cumplen mil días de un conflicto que ha causado, según cifras verificadas de la oficina de la ONU, al menos 12.162 muertos civiles (entre ellos 659 niños) y 26.919 heridos no militares.
“Como el alto comisionado de derechos humanos Volker Türk ya ha señalado, han sido mil días de dolor y sufrimiento sin sentido, en los que las violaciones de derechos humanos se han convertido en la rutina diaria, tanto en las hostilidades como en las zonas ocupadas”, concluyó el portavoz.