El jefe de Estado y los líderes de la oposición ajustaron cuentas, hicieron referencia a la vicepresidenta y al ex presidente, y se comprometieron a coordinar una agenda de trabajo sobre la deuda, la coparticipación federal y la moratoria impositiva
Alberto Fernández y los líderes parlamentarios de Juntos por el Cambio ajustaron sus cuentas políticas, presentaron sus objetivos legislativos hasta fin de año y se comprometieron a fortalecer un diálogo bipartidista para ejecutar una agenda institucional que avale la reestructuración de la deuda y atenúe las consecuencias económicas y financieras causadas por el COVID-19.
El diálogo inédito entre el Presidente, Sergio Massa y Máximo Kirchner con los referentes opositores -Alfredo Cornejo, Mario Negri, Luis Naidenoff y Christian Ritondo, entre otros-, sucedió a través de una plataforma tecnológica que se maneja en forma unilateral -desde Olivos, en este caso-, se extendió por una hora y fue obviada por los representantes de la Coalición Cívica (CC), que alegaron principios institucionales basados en la ubicación física del Congreso.
Cristina Fernández de Kirchner no concurrió a la quinta presidencial y Mauricio Macri estaba de viaje privado en Asunción del Paraguay. Sin embargo, Fernández de Kirchner y Macri fueron protagonistas de un cónclave que sirvió para acercar levemente a estas coaliciones partidarias, y demostrar a la vez, el peso intrínseco que tienen la vicepresidente y el ex presidente en la relación de poder que se intenta construir entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio.
Alberto Fernández y Massa apuestan a una relación institucional con Juntos por el Cambio en ambas cámaras del Congreso. El Presidente y el titular de Diputados no desconocen la profunda sensibilidad personal de Cristina Fernández respecto a Macri, pero también evalúan que el ex Presidente no tiene la suma del poder político en la coalición que une al PRO, la Unión Cívica Radical (UCR) y la CC.
El jefe de Estado y Massa pretenden anclar sus respectivos proyectos de poder en el centro del escenario político, y un acuerdo parlamentario con Juntos por el Cambio puede apuntalar esa estrategia en el mediano plazo. Si el poder no se corre a los bordes -CFK de un lado y Macri del otro-, la posibilidad de encontrar una agenda común se puede convertir en un hecho político verosímil.
Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Gerardo Morales, Jorge Macri, Negri, Cornejo y Naidenoff juegan en este andarivel: prefieren a Alberto Fernández para acordar políticas institucionales, rechazan la influencia de Cristina Fernández y afirman en la intimidad que Macri ya cumplió su ciclo histórico.
Este partido de ajedrez estuvo implícito durante todo el cónclave político. Cada interlocutor cumplió con las reglas de la partida, y no hubo cruces ni agresiones fuera de libreto. Es cierto que la tecnología no permitió las lances políticos -la palabra se manejaba desde Olivos-, pero podría haber ocurrido al momento de los saludos finales, cuando se abrió un espacio suficiente para transformar ese punto de partida en una batahola de alcance nacional.
Alberto Fernández, Massa y Máximo Kirchner tienen la intención de cerrar una agenda parlamentaria con la oposición vinculada a la deuda externa, la ampliación del presupuesto nacional y la futura moratoria impositiva. Los referentes de Juntos por el Cambio acuerdan con esa agenda parlamentaria, pero ya plantearon ciertas observaciones a las iniciativas oficialistas.
En este contexto, la oposición envió a Olivos un conjunto de propuestas que redactaron Cornejo, Naidenoff, Ritondo y Negri. Ese documento, al que accedió en exclusiva Infobae,lleva como título Reunión AF y establece lo siguiente:
“ 1) Trabajar para el funcionamiento armónico del Congreso, tanto en Senado como en Diputados.
2) Visita del Jefe de Gabinete, y respuesta a los pedidos de Informes.
3) Necesidad de lograr consensos sobre políticas públicas para crear un clima político constructivo sin agresiones. En este mismo sentido, debe garantizarse la libre expresión y el compromiso de elevar el nivel de debate público a partir del respeto mutuo y de los disensos.
4) Debe buscarse un mecanismo no discrecional para la distribución de los fondos, que respete los porcentajes de la Coparticipación Federal.
– CABA no ha sido incluida.
– Mendoza
– Asignación de préstamos “Fondo Fiduciario” (*2)
– Renegociación de las deudas de las Provincias con Nación.
5) Compatibilizar las políticas sanitarias con la necesidad de reactivación del aparato productivo, a tal efecto existen multiplicidad de proyectos de Senadores y Diputados del JXC como aporte para ello.
Es necesario trabajar en políticas comunes que nos permitan atacar la pérdida del empleo, el cierre de las pymes y las economías regionales.
6) Ratificar el acompañamiento en la renegociación de la deuda para evitar caer en default.
7) Hay un paquete normativo recién ingresado a la HCDN, como por ejemplo: Moratoria.
Toda moratoria genera una inequidad con el contribuyente cumplidor, por lo que creemos en la necesidad de contemplar un beneficio fiscal para todos los contribuyentes cumplidores de las obligaciones tributarias, de la seguridad social y aduaneras que no posean deudas al 30 de noviembre de 2019 o 30 de junio de 2020.
Proponemos que el monto abonado en intereses y multas de los contribuyentes cumplidores se trasforme en un crédito fiscal para ser utilizado en obligaciones futuras”.
La reunión virtual en Olivos no implicó una tregua política. Solo es un primer paso para encontrar consensos en la agenda parlamentaria 2020. De hecho, las diferencias aparecieron a los pocos minutos de terminar el cónclave entre el oficialismo y la oposición. El Frente de Todos asegura que la moratoria no beneficia a Cristóbal López -acusado de evasión fiscal-, mientras que Juntos por el Cambio sostiene lo contrario.
El objetivo político del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio es mostrar a la opinión pública que es posible construir consensos básicos frente a las consecuencias sociales y económicas que causó el COVID-19. Se trata de un desafío complejo: Cristina Fernández y Mauricio Macri tienen agendas personalísimas que pueden poner en jaque la iniciativa institucional que inició ayer Alberto Fernández con los líderes de la oposición parlamentaria.