Muchos contratos se prorrogan, en lugar de renovarse. Y se fijan pautas entre las partes.
A la falta de oferta y el aumento en los precios, se sumó una nueva factor en la crisis de los alquileres. Javier Milei, el presidente electo, ratificó su intención de derogar la ley actual, que fue sancionada hace poco más de un mes por el Congreso. Todo, en un escenario con las ofertas en un piso histórico de 500 propiedades publicadas, cada vez más acuerdos entre partes por fuera de la regulación e incertidumbre tanto por parte de propietarios, inmobiliarias y agrupaciones de inquilinos.
“A la Ley de Alquileres hay que derogarla y entender que es un contrato entre partes. Solo generó daños. Se podrá pactar en cualquier moneda. La libertad monetaria es parte de lo que queremos avanzar”, había dicho el presidente electo. Y el comentario, como ocurrió durante todo el año cada vez que la política usó la ley como argumento de campaña, tuvo sus efectos.
“Que no haya ningún tipo de regulación no es un problema solo para los inquilinos, va a ser un problema para todos, porque sin regulación, más la crisis económica, más congelamiento de salarios, eso va a ser una bomba que nos va a explotar a todos, no solo a los que alquilamos”, manifestó el presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, Gervasio Muñoz.
“En ningún país del mundo sucede que no haya ningún tipo de regulación para el alquiler de vivienda. Imagínate firmar contratos por dos meses en dólares y que no lo puedas pagar y quien no lo pueda pagar sea una madre con dos hijos y no tiene dónde irse. Esto va a generar un gran nivel de tensión social”, ejemplificó Muñoz.
Otra duda que surge es si una eventual derogación puede tener impacto en los aumentos. “Si hoy ya es un caos, imaginate sin ningún tipo de límite. Creo que todo va a ir por arriba del dólar blue. Todos están esperando a dolarizar y van a hacer la conversión al movimiento del dólar blue, si se va a 2.000 o 3.000 van a intentar ganarle un poquito a eso”, especuló Muñoz.
Alquileres. El presidente electo Javier Milei habló de derogar la ley. Foto: Federico López Claro
“Estoy preocupada. Renuevo en noviembre del 24 y estoy muy asustada. Además, soy docente en escuelas públicas. Tengo ganas de llorar desde el domingo. Si yo no puedo pagar un alquiler me voy a la calle con mis dos hijos”, le dijo a Clarín Marta Roldan, una inquilina.
Por otra parte, varias cámaras inmobiliarias y propietarios aseguraron a Clarín que, más allá de las palabras de Mieli, el mercado inmobiliario ya se encuentra totalmente paralizado y con aumentos de hasta el 30% en menos de un mes.
“Hay un estancamiento absoluto. Casi no se hacen contratos nuevos”, sostuvo Marta Liotto, ex presidenta del Colegio Inmobiliario. Y aseguró que el único movimiento que muestra el mercado de alquileres son las prórrogas de vínculos que se vencen.
José Rozados, presidente de Reporte Inmobiliario, aseguró que “la ley está derogada de hecho, porque muy pocos la están aplicando. El reflejo más concreto de eso es la escasísima oferta de alquileres. En Capital Federal están ofrecidas 532 unidades usadas de entre 1 y 4 ambientes, un piso histórico”, afirmó.
Por su parte, Ivan Ginevra, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, consideró que ven de forma “muy positiva” la eventual derogación de la ley. “Ir hacia una desregulación del mercado de alquileres es lo más sano y lo más conveniente tanto para los inquilinos como para los propietarios. Hará que se incremente la oferta y ayudará al problema de la falta de acceso a la vivienda, aunque por supuesto el problema seguirá existiendo, producto de la falta de poder adquisitivo y la inflación que tenemos”.
Hace pocos días, diecinueve cámaras representativas del sector inmobiliario y de la construcción firmaron un comunicado felicitando al actual presidente electo y avalando la derogación de la ley. Además, propusieron la convocatoria urgente de una mesa nacional de la vivienda, donde participen referentes del sector junto con los equipos técnicos designados por el poder ejecutivo.
¿Qué pasa si se deroga la ley?
La ley actual estipula trea años de contrato y actualizaciones semestrales según el índice casa propia, criticado por propietarios e inmobiliarias porque está por debajo de inflación.
En el caso de que se concrete la derogación de la ley, sobre todo entre los inquilinos surgen varios interrogantes. Según Enrique Abatti, especialista en derecho inmobiliario y presidente de la Cámara de Propietarios, los contratos ya firmados siguen bajo “las mismas reglas hasta que se complete el plazo”. Con respecto a los vencimientos, Abatti agregó: “Esto incide en que muchos no quieran renovar los contratos, para no hacer bajo los términos de la ley y esperar para saber qué pasará”.
“Si se deroga la ley, se vuelve a los acuerdos entre partes. Los contratantes tendrán la libertad de acordar el contrato como deseen, estipular los precios en dólares, no habría ni mínimos ni máximos en los montos, y tampoco habrá topes ni tiempos para la indexación. Ante algún conflicto, la referencia será el Código Civil y Comercial de la Nación”, dijo Marcela Judith Wasserman, abogada especialista en derecho inmobiliario, manifestó:.
En cuanto a cómo puede el presidente electo derogar la ley, Wasserman explica que puede hacerlo a través de un decreto de necesidad y urgencia, pero debe pasar por el Congreso para refrendarlo”.