El informe destaca el papel crucial de este recurso en el impulso de las exportaciones y la economía argentina en 2025. Sin embargo, el desempeño del sector también está condicionado por factores externos, como la evolución de la demanda global y la estabilidad de los precios internacionales. Además, se mencionan los desafíos relacionados con garantizar inversiones responsables y una integración equilibrada con las comunidades locales en las zonas mineras.
A nivel regional, América Latina y el Caribe enfrentan un escenario de crecimiento moderado, con una previsión de 2,5 % en 2025. Chile y Perú, importantes productores de minerales, podrían verse afectados por la menor demanda de China, mientras que Brasil y México enfrentarán límites derivados de políticas monetarias restrictivas. En contraste, Colombia y los países de América Central podrían beneficiarse de un mayor consumo interno y flujos de remesas constantes.
Para Argentina, los principales riesgos incluyen la persistencia de la inflación, la volatilidad de los precios de las materias primas y las tensiones comerciales internacionales. No obstante, el informe señala que una combinación de inflación en descenso, normalización de las tasas de interés y fortalecimiento de las exportaciones podría consolidar la recuperación económica proyectada.
El Banco Mundial concluye que, si bien los riesgos persisten, la economía argentina cuenta con una oportunidad única para apoyarse en la agricultura y la minería como motores de crecimiento. Estos sectores tienen el potencial de transformar las perspectivas económicas del país, siempre y cuando se gestionen de manera sostenible y con una visión estratégica que contemple los desafíos internos y externos. “El desempeño económico de la región dependerá de una combinación de factores internos e internacionales, en que los precios de los productos básicos y la demanda mundial tendrán un papel moderado”, puntualiza el informe.