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Boca: cuáles fueron los motivos que le dio Martino a Riquelme para rechazar la oferta de ser el nuevo DT

El Tata escuchó la propuesta, pero no llegó en un momento adecuado. Por tercera vez en su carrera dejó pasar la posibilidad de dirigir al Xeneize.

La mañana del jueves no fue la esperada en el Mundo Boca. Es que el llamado de Gerardo Martino al teléfono de un integrante del Consejo de fútbol fue para escuchar lo que no querían: que el entrenador agradecía la oportunidad pero que este no era el momento para hacerse cargo de Boca. Que lo analizó hasta el detalle, que lo tentó demasiado, pero que esta vez observó el panorama desde afuera y a diferencia de lo que decidió cuando se subió al avión rumbo a Barcelona en 2013 -algo de lo que se arrepintió luego-, optó por el no.

Las charlas futboleras con Juan Román Riquelme lo habían llevado a un lugar que le seducía: manejar el fútbol, la idea y la identidad de un gigante argentino. Un desafío de esos que alguna vez lo llevó hasta la Selección Argentina. La Copa Libertadores era también algo que miraba con buenos ojos después de un sorteo que no era complejo en el análisis previo. Es que el día a día es algo que (a diferencia de otros entrenadores) fue una experiencia que a Martino le resultó gratificante en Atlanta United y también en Newell´s. Por eso no cerró la puerta rápido y hasta la entornó con mensajes en simultáneo para todos los integrantes de su cuerpo técnico. Algunos se entusiasmaron con la posibilidad y otros bajaron el pulgar en algunas de las aristas que se tienen que pensar lo rápido posible ante la urgencia por una definición.

Riquelme, entre la búsqueda de un nuevo técnico y el próximo calendario apretado para su equipo.Riquelme, entre la búsqueda de un nuevo técnico y el próximo calendario apretado para su equipo.

Es cierto que en las conversaciones hasta se elevó una primera propuesta económica, que existió una charla de una hora en la que Martino escuchó la idea del club en el corto y mediano plazo, y también para un mercado de pases de junio que tendrá ventas de algunos apellidos. También la mirada para el Boca Predio en cuanto a la promoción de juveniles.

Pero para Martino la experiencia de Boca le llegó antes de asumir el cargo: un sinfín de llamados, mensajes y hasta gente en Rosario esperándolo en la puerta de la casa. Movimientos de footing en el boulevard Oroño y hasta en la calma de Funes, cerca del ruido de la ciudad, fueron imposibles durante 72 horas.

Tuvo, mucho más rápido que cualquier otro entrenador, una demostración express de lo que le esperaba. Eso que es muchas veces complejo de explicar pero que solo viven quienes algunas vez recorrieron los pasillos de Brandsen 805. Y entonces el Tata frenó la pelota. No tuvieron que ver sus lazos con la política nacional ni la extranjera (hasta se rumoreo que había intervenido el vínculo con Paraguay) ni sugerencias de su cuerpo técnico y ni siquiera una cuestión de dinero. Su entorno más cercano, que siguieron con preocupación sus últimos meses en la Selección de México con operaciones de retina incluída, también dieron su veredicto. Sus nietos Mateo y Bernardo hoy pesan mucho más que hace años. Y para el Tata, agradecido y honrado por el llamado, el desafío – por el contexto – era quizá el más complejo de aceptar.

El Tata Martino está en Rosario. (JJ. García)El Tata Martino está en Rosario. (JJ. García)

“El Tata de hace 10 años era probable que dijera que sí, porque la tentación estaba. Pero pesaron otras cuestiones esta vez”, le contaron a Clarín desde su entorno cercano. El mismo que le habían dicho hace ya tiempo que aguardara por un equipo de Europa para irse a dirigir al exterior. Martino, de hecho, ya había tenido sondeos desde Sevilla, Valencia y Leeds United que había desestimado por no tratarse de una propuesta para agarrar el club con una pretemporada para realizar (otro ítem con el que no iba a contar en Boca, con un fixture asfixiante y con compromisos urgentes en la semana con viajes incluidos a Venezuela) y construir desde cero. A eso apuntaba e incluso fue algo que Riquelme escuchó en el primer llamado, el mismo en el que también Tata había sido contundente: no iba a poder avanzar en ninguna conversación siempre que hubiese otro técnico con trabajo. Hubo también una gran diferencia: a Independiente el celular se lo cortó antes del minuto, dejando en claro que no le interesaba en nada esa posibilidad. Con Boca fue bien distinto. Tanto que algunos, nunca en el Boca Predio, creyeron tener la certeza que Martino tenía ya un pie en la Bombonera de Brandsen 805. Nunca los movió de Rosario. El destino del Tata, con los meses, parece estar lejos de Argentina. Y su último no a Boca, el tercero en su historia como entrenador, fue lo que nadie quería escuchar.

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