Se trata del acuerdo Foradori-Duncan. El Gobierno pide una reunión en la ONU para reiniciar la discusión por la soberanía de las Islas.
El Gobierno nacional anunció este jueves el fin del pacto comercial Foradori-Duncan con Gran Bretaña firmado en 2016 bajo el gobierno de Mauricio Macri, el cual buscaba mejorar la relación bilateral y “remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas”.
Durante una reunión de cancilleres de los países que integran el G-20 que se desarrolló en Nueva Delhi, India, Cafiero le comunicó a Cleverly la decisión argentina de cancelar el acuerdo firmado por el entonces vicecanciller argentino Carlos Foradori y el ministro de Estado para Europa y las Américas del Reino Unido Alan Duncan.
“Se informa al gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte que el Comunicado Conjunto del 13 de septiembre de 2016, conocido como ‘Foradori-Duncan’, y sus efectos, se dan por terminados”, indica el documento presentado por el canciller argentino.
En ese marco, el jefe del Palacio San Martín también propuso que ambos países mantengan una reunión en la sede de la ONU, en Nueva York, para “reiniciar la discusión por la soberanía” de las islas del Atlántico Sur que el Reino Unido usurpa desde 1833.
El exvicecanciller británico Alan Duncan con el excanciller Jorge Faurie en Santiago de Chile en 2018.
La Cancillería argentina describió el pacto como “uno de los hechos más lesivos para el histórico reclamo por el ejercicio de soberanía sobre las islas Malvinas”.
Por medio del acuerdo se le intentó garantizar al Reino Unido “la remoción de todos los obstáculos para el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las islas, desarmando una estrategia que se había impulsado poner límites a la ocupación ilegal y a la expoliación de los recursos naturales del archipiélago”, indicaron fuentes diplomáticas.
Además, consideraron que el documento realizaba “concesiones a los intereses británicos en la región y retrocedía notablemente en el justo reclamo por soberanía”. Por lo tanto, tenía “características manifiestamente ilegítimas y agraviantes para los intereses nacionales”.
En esa línea, destacaron que el acuerdo trascendió como “comunicado conjunto para evitar cumplir con la obligación constitucional de someter a la aprobación del Congreso Nacional los acuerdos internacionales que suscribe el Poder Ejecutivo”.
Desde la cartera diplomática cuestionaron que “el comunicado suponía el levantamiento de todas las medidas administrativas, legislativas y judiciales que había tomado la República Argentina para proteger sus recursos naturales frente a la explotación ilegal de la pesca e hidrocarburos”.
La nota entregada por Cafiero a Cleverly señala que el país “ha buscado colaborar en asuntos concretos como vuelos, actividad científica en la Antártida o conservación y preservación de recursos pesqueros, ‘sin que la disposición demostrada por la Argentina haya sido respondida de manera recíproca por su gobierno'”.
“El Reino Unido ha realizado continuadamente actos unilaterales, que han sido oportuna y debidamente protestados por la República Argentina. Asimismo, a lo largo de este tiempo, el Gobierno británico se ha negado sistemáticamente a reanudar las negociaciones de soberanía a que reiteradamente instan las Naciones Unidas”, puntualizó la Cancillería en un comunicado oficial.
Guillermo Carmona: “Se deja atrás una etapa oscura”
El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, aseguró que “se deja atrás una etapa oscura” con la decisión de la Cancillería de dejar sin efecto el “lesivo” acuerdo Foradori-Duncan.
“La decisión de la Cancillería se enmarca en la política de Estado sobre la Cuestión Malvinas y en lo dispuesto por las resoluciones de Naciones Unidas. Se deja definitivamente atrás una etapa oscura marcada por un vergonzoso pacto de entrega de soberanía”, enfatizó Carmona en declaraciones a Télam.
Asimismo, el funcionario nacional aseguró que lo dispuesto por el Gobierno argentino “está en línea con las resoluciones de Naciones Unidas”, que en 1965 decidieron que hay una “disputa de soberanía” entre la Argentina y el Reino Unido por las islas Malvinas, usurpadas en 1833 por los británicos.
En tanto, Carmona propuso en adelante una “agenda concreta de negociaciones con eje en la soberanía”, ya que el Reino Unido “congeló las negociaciones hace más de cuatro décadas”.