El decreto del Poder Ejecutivo sobre el barril de petróleo “criollo” contendrá un artículo donde se establece que no habrá aumentos de impuestos a los combustibles. La suba de tributos se dará el 1° de octubre. En algunas empresas y el Gobierno entienden que los precios de venta al público también estarán congelados hasta esa fecha. Pero en algunas refinerías y estacioneros no están tan seguros de eso.
En abril, Vaca Muerta marcó el récord de no tener ninguna fractura, algo casi inédito desde que las empresas van a esa formación. “A la primera semana de mayo, las empresas que representa un 94% de la producción acumulan una caída de la producción de 12,7% con respecto al mes febrero (el equivalente a 61.600 barriles diarios)”, dice un informe del área de Planeamiento Estratégico de la secretaría de Energía “ A nivel de cuencas, la caída respecto de febrero fue de 23,5% en la cuenca neuquina y de 3,4% en el acumulado de las cuencas Austral y Golfo San Jorge”, agrega.
Mientras los gobernadores esperan el barril “criollo” para recuperar recaudación a través de regalías, los refinadores (compran petróleo y lo transforman en combustibles) entienden que no podrán pagar la producción nacional a US$ 45. Estiman necesitar un aumento del 15% en los precios de los surtidores. Las firmas se lo indicaron al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, en la conferencia donde se reunió casi todo el sector.