El proyecto que reconoce a la Lengua de Señas Argentina (LSA) como idioma natural y originario de la comunidad en todo el país, fue aprobado por unanimidad en la Cámara de Diputados y enviado al Senado donde, si todo sigue el curso actual, se convertirá en ley. Más allá de impulsar su difusión como patrimonio cultural, la norma permitirá otros beneficios para la comunidad sorda argentina, como su uso extendido en organismos públicos y la consecuente capacitación para funcionarios y ciudadanos en general. Así, las posibilidad del aprendizaje y uso del LSA se torna más accesible.
Durante la sesión realizada este jueves, diputados aprobaron el proyecto de ley que pone en valor la lengua de señas y promueve su preservación y difusión como parte del patrimonio lingüístico y cultural.
El proyecto que buscan convertir en ley tiene por objetivo reconocer la Lengua de Señas Argentina debido a que forma parte de un legado histórico inmaterial que integra la identidad lingüística y la herencia cultural de las personas sordas. De hecho, se explicó que es aquella que se transmite en la modalidad visoespacial y con una estructura gramatical completa, compleja y diferente al castellano.
El proyecto de ley fomenta el uso de la lengua de señas con el fin de eliminar barreras comunicacionales (Shutterstock)
Por tal motivo, uno de los beneficios que tiene el proyecto de ley es garantizar la participación e inclusión plena, “como así también de las personas que, por cualquier motivo, elijan comunicarse en ese idioma”.
En el dictamen se aclaró que al tratarse de un lenguaje visual, es “completamente accesible desde el punto de vista perceptual para las personas sordas” como así también para todos aquellos que por distintos motivos decidan usar la LSA.
De ese modo, el proyecto sobre la lengua de señas garantiza que las personas puedan “comunicarse, transmitir sus deseos e intereses, informarse, defender sus derechos y construir una identidad lingüística y cultural positiva que les permita participar y trascender plenamente en todos los aspectos de la vida social”, destacaron en el recinto, durante la última sesión de la Cámara Baja.
Entre los beneficios mencionados, se establece que “serán organismos de legítima consulta sobre la LSA aquellas organizaciones constituidas íntegramente por personas sordas que las representen en todo el territorio de la República Argentina”. Para ello, se reconocerán todas las instituciones que se encuentran constituidas e inscriptas con reconocimiento de los Estados nacional, provincial y municipal, informó Télam.
A su vez, la ley que dará respuesta al reclamo histórico de la Confederación Argentina de Sordos, faculta al Gobierno Nacional a fomentar el uso de la LSA de todas las personas que elijan comunicarse en dicha lengua, “con el objetivo de tener una accesibilidad efectiva y plena a la vida social; eliminar barreras comunicacionales y actitudinales, a fin de facilitar el acceso a la comunicación e información”.
Al inicio del debate, el diputado de Juntos Somos Río Negro, Luis Di Giácomo, presidente de la comisión de Discapacidad de la Cámara de Diputados, resaltó que la lengua de señas “tiene que estar oficializada y se pueda reproducir a partir de la propia comunidad sorda”.
“No sólo no son discapacitados sino que aprenden dos idiomas, el materno y el de señas”, indicó el legislador en referencia a los niños sordos. Además, remarcó que la ley apunta “al reconocimiento de la lengua de señas para eliminar barreras comunicacionales y otorgar visibilización en un medio de comunicación no verbal para poner en pie de igualdad a las personas sordas con el resto de las personas”.
Además de destacar la iniciativa, la legisladora del Frente de Todos, Gisella Marziotta, se pronunció en referencia al rol de los legisladores y adelantó que espera que el próximo año se trate en el recinto “la capacitación obligatoria para funcionarios del Estado en lenguas de señas”.