Se trata de una nueva figura para el mercado de capitales y hoy le dará el visto bueno la Comisión Nacional de Valores. La idea es que los recursos vayan para obras desde el pozo a través de un esquema conocido como “financiamiento colectivo”
La Comisión Nacional de Valores aprobará hoy un nuevo instrumento para el mercado local, que tiene como objetivo apuntalar la industria de la construcción. Se trata de los fondos de inversión colectivos, que apuntan a captar fondos a través del mercado de capitales para aplicarlos para actividades productivas. Pero la prioridad para esta primera etapa estará puesta en la construcción.
Según reconocen en el organismo que preside Adrián Cosentino, ya hay por lo menos cinco administradoras que estarían listas para lanzar estos nuevos fondos inmobiliarios al mercado. El esquema es similar a una figura que hace décadas existe en los Estados Unidos, denominadas REIT (Real Estate Investment Trust). Se trata de instrumentos que básicamente unen la financiación a través de inversores en el mercado de capitales con proyectos relacionados con el sector inmobiliario.
El esquema es similar a una figura que hace décadas existe en los Estados Unidos, denominadas REIT (Real Estate Investment Trust)
Si bien el foco principal está puesto en financiar obras desde el pozo, en realidad habría distintas opciones, desde construcción de edificios para vivienda, oficinas, un pool de alquileres comerciales y hasta compra de carteras hipotecarias.
El objetivo es en principio sumar inversores institucionales, como compañías de seguros o fondos comunes de inversión para que inviertan parte de sus recursos en este tipo de proyectos. Es decir que tengan nuevas opciones además de las alternativas financieras tradicionales, como bonos o plazos fijos. En todos los casos se trata de volcar pesos en la economía real.
Claro que además de los grandes inversores también puede haber pequeños y medianos ahorristas que se sumen a estos fondos inmobiliarios, que por supuesto apuntan al mediano y largo plazo. A diferencia de los tradicionales fondos comunes de inversión, estos no tienen liquidez inmediata y pueden exigir un plazo de permanencia determinado. En la Argentina hay experiencia en este tipo de instrumentos, a través de la figura del “fideicomiso al costo”. Claro que se trata de contratos entre partes y no interviene el mercado de capitales.
Habría distintas opciones, desde construcción de edificios para vivienda, oficinas, un <i>pool </i>de alquileres comerciales y hasta compra de carteras hipotecarias
También se habló con la Cámara de Desarrolladores Urbanos (CEDU) la posibilidad de avanzar con un nuevo blanqueo para inversiones en pesos, con la idea de no tener que justificar de dónde salen los recursos en moneda local que se vuelcan a la construcción. Pero esta iniciativa por ahora no cuenta con el visto bueno oficial.
En forma paralela, en el ministerio de Desarrollo Productivo también dejaron trascender la posibilidad de extender el programa de Precios Cuidados a materiales para la construcción. Es decir evitar aumentos excesivos, lo que podría ocurrir si se consolida el aumento de la demanda, una tendencia que ya comenzó a notarse pero que todavía no está firme.
El “fondo de inversión colectivo” es una figura muy exitosa en el mundo para financiar construcción a través del mercado de capitales
Justamente se trata de uno de los momentos más baratos para empezar a construir, si se comparan los precios históricos en dólares.
Eso hace pensar que lentamente habría mayor impulso en la actividad, en la medida que vaya recuperándose la confianza. La estabilidad cambiaria es uno de los aspectos principales para que la actividad pueda ganar impulso.