Hay diferencias entre los radicales y en el PRO con varios de los artículos de la ley.
En el Ejecutivo aún no se resignan a que la ley no estará para el 25 de mayo.
En el Senado, el oficialismo no pudo juntar las firmas y postergó para la próxima semana la firma del dictamen de la Ley Bases y del paquete fiscal, que tiene la media sanción de Diputados y que el presidente Javier Milei reclama para el encuentro con los gobernadores para la firma del pacto del 25 de mayo.
El panorama es más que complejo para los libertarios que tuvieron que pasar a un cuarto intermedio el plenario de comisiones hasta el lunes a la tarde, a la espera que se defina la lista de invitados propuesta por el bloque de Unión por la Patria, que este jueves pegó el faltazo al adherir al paro convocado por la CGT en rechazo a la política económica del Gobierno.
Sin embargo, en este delicado escenario político, los socios de la Libertad Avanza tampoco jugaron en sintonía con la estrategia del Gobierno porque Guadalupe Tagliaferri viene cuestionando artículos de la ley ómnibus y en la jornada le apuntó a los ejes centrales de las medidas fiscales. En tanto, Martín Lousteau avisó a los cuatro vientos: “Nos tenemos que tomar el tiempo para hacer las cosas bien”.
En el Gobierno hay un exceso de confianza y aún se mantiene la esperanza de que la ley saldrá a tiempo para la reunión de Milei con los gobernadores. “No hay diferencias sustanciales. No creo que sea necesario realizar modificaciones y las diferencias se pueden solucionar con la reglamentación”, argumentó el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, tras su exposición en el Senado, pese a que el presidente de la comisión de Presupuesto, el libertario Ezequiel Atauche, aún no tiene definido cuándo y cómo volverá a convocar para tratar de sacar despacho del paquete fiscal.
Carlos Guberman y Claudia Balestrini durante la audiencia en el Senado. Foto: Federico López Claro.
En los pasillos, más de uno alertó sobre el “caos político” que generó la llegada de Milei al poder. Y la muestra es la convulsión que existe entre los oficialistas y los dialoguistas que en diciembre le permitieron a Victoria Villarruel bloquear cualquier avance del kirchnerismo sobre los principales cargos de la Cámara. En el PRO, por ejemplo, que comanda Luis Juez, no está garantizado que la larretista Guadalupe Tagliaferri vaya a acompañar las leyes del Gobierno.
Mientras que en el radicalismo también deambula el fantasma de las diferencias. Luego de la reunión con los gobernadores había quedado implícito el apoyo de Lousteau y Pablo Blanco tanto a la Ley Bases como al paquete fiscal. En el caso del fueguino garantiza el voto en general, pero tiene diferencias con algunos artículos como el que promueve las grandes inversiones (RIGI) y algunas modificaciones tributarias que afectarían a su provincia.
En el caso de Lousteau, las diferencias se agrandan cada vez más. Incluso en los pasillos del Congreso, un legislador al ser consultado por la ausencia del kirchnerismo respondió: “Qué problema se hacen si está Lousteau para hacer oposición, plantea mejor que el peronismo los errores de la ley”. En rigor, el economista puso al descubierto puntos que en Diputados pasaron sin un mínimo cuestionamiento.
Mientras tanto, en las filas de los libertarios buscan descomprimir la situación generada por el acotado cronograma, no arriesgan a dar fechas de tratamiento de la ley en el recinto, aceptan que “hay que respetar los tiempos del Senado” y dan luz verde al pedido para sumar 36 expositores al plenario de comisiones, en un intento por demorar el dictamen. En esa nómina están los representantes de la CGT, la CTA y la CTA autónoma, pero también la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y el ex ministro de Trabajo Carlos Tomada.
A todo esto, el Gobierno agendó para el próximo miércoles la visita al Congreso del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, para dar su primer informe de gestión de la administración de Milei. En un principio, Villarruel habló con los presidentes del bloque sobre la posibilidad de postergar la sesión, teniendo en cuenta que el 16 iba a tratar la Ley Bases, pero al postergarse el dictamen la visita del funcionario fue ratificada desde el propio oficialismo, a pesar de que un aliado le recomendó al Ejecutivo que reprograme la reunión para después de la votación.
Maximiliano Abad, Martín Lousteau, Guadalupe Tagliaferri y Pablo Blanco, en la reunión de la comisión de Presupuesto. Foto: Federico López Claro.
El oficialismo sigue sin poder juntar las firmas para el dictamen de comisión
“Una desilusión, pensé que íbamos a tener dictamen”, fue la frase que dejó el libertario Francisco Paoltroni (Formosa) al cerrar la reunión de la comisión de Presupuesto del Senado, que tuvo como invitados al secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y a la subsecretaria de Ingresos Públicos, Claudia Balestrini, quien viene de la gestión de Sergio Massa.
Y para los libertarios fue al menos un traspié lo de esta semana no sólo porque no se firmó dictamen y deberán reconfigurar el cronograma impuesto desde la Casa Rosada, sino también por los fuertes cuestionamientos de los aliados a la Ley Bases y al paquete fiscal que se suponía habían sido configurado desde Diputados con la mirada de los senadores llamados dialoguistas.
Francisco Paoltroni, el libertario que se fue desilusionado porque no hubo dictamen en el Senado. Foto: Federico López Claro.
En la sesión informativa de este jueves, Lousteau , Pablo Blanco, Guadalupe Tagliaferri y hasta Juan Carlos Romero, de Cambio Federal, cuestionaron los términos del blanqueo de capitales en fuertes términos.
“Estamos ante el blanqueo número 100 en la Argentina, es un blanqueo excesivamente generoso, es gratis y sin tope con la condición de que dejen el dinero depositado hasta 2025”, se despachó la senadora del PRO, quien bien apuntó que la normativa “permite que las personas que blanquearon hace 3 o 6 años vuelvan a blanquear”. Pero Tagliaferri clavó una frase como una daga cuando coló en su discurso a personalidades vinculadas con la corrupción kirchnerista. “Permiten que testaferros blanqueen, es el sueño de Daniel Muñoz, Marcelo Ramos y Lázaro Baéz”, deslizó.
Romero fue un poco más quirúrgico para transmitir la posibilidad de que sea una salida para regularizar propiedades que estaban a nombre de otras personas y planteó que el texto dejaba abierto el margen de que bienes podían ser exteriorizados.
Lousteau, en cambio, volvió a marcar su postura opositora y le avisó a Guberman de que “eso de que la reglamentación va a subsanar todo no me deja tranquilo”. “Se habilita a que alguien blanqueé bienes que tiene a nombre de otros. Y el Presidente dijo que no le importa el origen de los fondos, es un poco incompatible con que después se va reglamentar, porque el propio Presidente dijo que esa es su visión o filosofía sobre el tema. Fue al Lla Llao y alentó a los empresarios a fugar”, completó en referencia a lo ocurrido en el exclusivo foro empresarial realizado hace tres semanas en Bariloche.
Guberman salió a cruzarlo al senador radical. “Contra la desconfianza no hay mucho texto que la pueda salvar. Se queda con la parte del Presidente de que no importa el origen de los fondos pero nunca cuando dice que hay cumplir la ley. Estamos proponiendo un ordenamiento de los contribuyentes cumpliendo las normativas de prevención del lavado, control del origen de los fondos, no hay ninguna medida en el proyecto de ley que vaya en contra de eso”, respondió el secretario.
La cordobesa Alejandra Vigo planteó cuestionamientos a la modificación de Bienes Personales y la rionegrina Mónica Silva cargó contra la reversión del impuesto a las Ganancias, algo que ya venía planteando la senadora.