Washington podría estar dispuesto a prorrogar el Nuevo START, el tratado armamentístico con el que se limita a 1.550 las cabezas nucleares de cada potencia y cuya vigencia finaliza en febrero de 2021
El régimen chino rechazó este martes participar en conversaciones sobre asuntos nucleares con Estados Unidos y Rusia, después de el país norteamericano confirmara una reunión en este sentido con Moscú e invitara a unirse a Beijing.
“Hemos notado que Estados Unidos ha estado arrastrando a China al tema (…) cada vez que se plantea” con la intención de desviarse de su responsabilidad, dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying, quien agregó que las aseveraciones de Washington de querer negociar de buena fe parecen “extremadamente ridículas e incluso surrealistas”.
La reunión en cuestión, anunciada este lunes por el enviado especial de Estados Unidos para el Control de Armas, el embajador Marshall Billingslea, se celebrará el 22 de junio en Viena.
Estados Unidos podría estar dispuesto a prorrogar el Nuevo START, el tratado armamentístico con el que se limita a 1.550 las cabezas nucleares de cada potencia y cuya vigencia finaliza en febrero de 2021, siempre y cuando Rusia pueda convencer a China de sentarse a negociar.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retiró de varios acuerdos internacionales, pero dijo tener especial interés en preservar el Nuevo START.
“Mi respuesta a una pregunta directa sobre si pensamos o no si sería posible incluir a China, sería un contundente no”, dijo el viceministro ruso de Exteriores Sergei Ryabkov desde Moscú en una videoconferencia del instituto Consejo de Relaciones Internacionales.
“Depende de Estados Unidos. Si Estados Unidos cree que vale la pena seguir dialogando con Rusia o si, para Estados Unidos, la participación de China es absolutamente imperativa, entonces eso impedirá a Estados Unidos mantener un significativo diálogo con Rusia sobre el control de armas”, dijo.
Moscú se mostró partidario de alcanzar un acuerdo, mientras que Estados Unidos siempre lo ha supeditado a la capacidad del Kremlin para convencer al Gobierno de Beijing de que se siente a negociar.
El armamento nuclear del gigante asiático supone una fracción comparado con el de Rusia y Estados Unidos y China no ha mostrado demasiado interés por entablar negociaciones en este sentido.