En Balcarce 50 deslizan que a sus socios les convenía salir derrotados para “anotarse el poroto de la transparencia”. Enojados, en las filas de Macri están imposibilitados para tensar más de la cuenta y ahora reclaman discutir el temario del decreto de Milei
La temperatura en la relación entre el PRO y el Gobierno, que ya estaba caliente, alcanzó el punto de hervor ayer cuando se cayó la sesión para tratar Ficha Limpia, el proyecto de cabecera de la fuerza de Mauricio Macri. Sin embargo, los principales socios del oficialismo debieron tragarse otro caramelo amargo, a sabiendas de la imposibilidad de tensar al máximo la cuerda. Mientras tanto, la Casa Rosada, además de negar de plano las versiones de un supuesto pacto de impunidad con el kirchnerismo, relativizó el impacto negativo para sus aliados y redobló la apuesta: funcionarios cercanos al Presidente dijeron que fue un caso de “fair play” y que a los amarillos incluso “les convenía” perder la batalla.
Después de múltiples vaivenes, el vínculo político entre Milei y Macri está en una etapa de distanciamiento desde octubre. La última seguidilla de críticas del ex presidente contra la política exterior libertaria provocó un fuerte malestar en el “triángulo de hierro”, al punto de que el Presidente le suspendió indefinidamente a su “amigo” un encuentro que tenían planeado mantener a solas. Luego, el titular del PRO viajó al exterior y no volvieron a intercambiar ideas por chat como acostumbran.
Además, en las últimas dos semanas se enconó al máximo la discusión por el Presupuesto, con un oficialismo muy duro que bloqueó las negociaciones con los gobernadores de todas las fuerzas, incluidos los de Juntos por el Cambio. Y ayer, el fracaso de la sesión donde el PRO buscaba aprobar Ficha Limpia agudizó la discordia.
Macri tuiteó con dureza contra la falta de voluntades para debatir el proyecto, pero tuvo cuidado de no disparar directamente contra el Gobierno. Su intención no es romper, sino tensar para que lo escuchen: está convencido de que su partido es algo así como el guardián de la institucionalidad de la administración libertaria y que buena parte de la necesaria credibilidad que genera Milei se debe a su apoyo.
En Balcarce 50, a pesar del encono, se hicieron los distraídos con el mensaje. “No lo leímos como que estaba enojado, más bien como que se está anotando el poroto de la transparencia”, dijeron cerca de Javier Milei. Y deslizaron que el resultado de la sesión de ayer fue un caso de “fair play”: a pesar de que dejaron solo al PRO con su principal iniciativa en el Congreso, analizaron la derrota como “una oportunidad para ellos”.
Cristian Ritondo y Santiago Caputo
En medio de los dardos de dirigentes macristas de segunda línea en redes sociales, la sesión profundizó las fisuras en el bloque de PRO por la postura frente a los destratos del oficialismo. En el bloque que conduce Cristian Ritondo algunos legisladores están convencidos de que hubo un pacto de impunidad con el kirchnerismo. Otros, más conciliadores, le hicieron lugar a otras hipótesis y no descartaron que los libertarios hayan actuado contra Ficha limpia para evitar que se concretara la amenaza de los otros bloques contra la continuidad de Martín Menem al frente del cuerpo legislativo.
Por lo pronto, Ritondo le pidió a su tropa esperar a que “se pase la calentura” para tomar decisiones “en frío”. Y él mismo no tenía en agenda comunicarse hoy con Santiago Caputo, con quien se cortó el diálogo durante los últimos días, a pesar de que hasta la semana pasada mantenían contacto fluido.
A pesar de los repetidos roces y decepciones, desde las cúpulas de los respectivos espacios aseguran que el fiasco de Ficha Limpia no implicará una ruptura. “Dependería, en todo caso, de ellos”, dijo un funcionario de Milei, mientras esbozaba una sonrisa y daba a entender que no lo consideraban como una posibilidad. “No va a ser un quiebre”, reconocieron los amarillos. De hecho, se esperaba una charla entre Ritondo y Martín Menem, que responde directamente a Karina Milei, a pesar de que incluso algunos dirigentes libertarios avisaban que fue él quien gestionó los faltazos que complicaron la sesión.
Los macristas, no obstante, están en alerta. “Si están por llamar a extraordinarias como dicen, tienen que estar discutiendo el temario con alguien. Con nosotros seguro que no lo hicieron”, deslizaron. Sospechan de un arreglo más amplio con el peronismo, a pesar de que Milei repite que de cara a las próximas elecciones LLA acordará indefectiblemente con el PRO para evitar que el kirchnerismo se fortalezca. En lo inmediato, todo indica que una distensión del nuevo foco de tensión dependerá de que el Gobierno tenga un gesto con sus aliados en la agenda legislativa, el único punto donde hasta ahora tenían cierto entendimiento y coordinación, pero que ayer también se enturbió.