A menos de 48 horas del acto, el convite llegó a Tribunales. Este martes luego de la jura de los tres senadores que van a la Magistratura, los ministros discutirán qué hacer.
Luego de idas, vueltas y cabildeos, a última hora de la tarde de este lunes el gobierno extendió la invitación a los cuatro ministros de la Corte Suprema de Justicia para el acto de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, que se llevará a cabo menos de 48 horas después, este miércoles 1 de marzo.
En el cuarto piso del palacio de Tribunales ya no quedaba ninguno de los magistrados, que hasta el momento no decidieron si se harán presentes en el Congreso para asistir a la Asamblea Legislativa.
Con una de las pocas fechas protocolares que se repite año tras año, el juego de presiones e incertidumbre entre Alberto Fernández y los doctores Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti ya se parece a aquella carrera de autos hacia el vacío retratada en la película Rebelde sin causa, en la que ganaba el último de los pilotos que se arrojara del auto antes de despeñarse.
Sin James Dean al volante, tanto en el gobierno como en la Corte pospusieron hasta el filo de lo presentable las definiciones, mientras el oficialismo continúa en Diputados con un cada vez más rocambolesco proceso de audiencias previas al juicio político a toda la Corte, que propios y ajenos saben que jamás se llevará a cabo.
Desoyendo los consejos de Maquiavelo, ese intento de enjuiciarlos a todos acabó galvanizando una unidad que no existía en la Corte hasta el momento en que Cristina Kirchner ordenó la carga masiva contra el tribunal de última instancia que terminará revisando las sentencias en las cuantiosas causas por corrupción que la tienen como protagonista.
La decisión de lo máximos jueces será discutida cara a cara en la sesión de Acuerdo que mantendrán este martes luego de la jura como consejeros de la Magistratura de tres senadores: los peronistas María Inés Pilatti Vergara y Mariano Recalde, y el radical Eduardo Alejandro Vischi, que se realizará a las 10 con un breve acto en el salón Bermejo del Palacio de Tribunales, al que sólo podrán asistir los familiares e invitados por la Corte.
Esa jura es otro de los jalones en la guerra abierta entre los jueces y el kirchnerismo.
La semana pasada, luego de que una carta redactada en duros términos por los tres senadores peronistas que pretendían ingresar a la Magistratura -Pilatti, Recalde y Martín Doñate- para apurar esa designación, la Corte respondió que solo dos de ellos habían sido elegidos legítimamente por su bloque, y que la silla en la que busca sentarse Doñate también es pretendida -con un fallo previo de la misma Corte a su favor- por el cordobés Luis Juez.
Días después, el tribunal que preside Rosatti confirmó el acto de incorporación de los senadores para este martes, y reprogramó la reunión de los ministros para el término del acto de la Magistratura. Además del orden del día previsto por los secretarios, en ese encuentro los jueces decidirán qué hacer el 1 de marzo frente a la invitación para escuchar el discurso de Alberto Fernández ante los legisladores, en el que seguramente habrá algún palo para ellos.
La incorporación a la Magistratura de tres de los cuatro senadores que según la ley vigente -repuesta justamente por un fallo de la Corte que en diciembre del 2021 acabó con el diseño de la ex senadora Cristina Kirchner para el Consejo- dejará al organismo con diecinueve de sus veinte miembros activos, y posiblemente destrabe la parálisis en la que se mantiene desde el año pasado.
