Con 288 muertes por coronavirus registradas en hospitales en las últimas 24 horas y 235 decesos por la misma enfermedad que ocurrieron durante los últimos cuatro días en residencias para personas mayores, Francia enfrenta esta semana sus peores cifras desde el primer pico de la pandemia, que fue a principios de año. Por eso el país volverá al confinamiento total para contener el avance de la pandemia.
Los términos de la nueva cuarentena incluyen mantener abiertas las escuelas pero prohibidas las reuniones sociales, y habrá una “tolerancia” especial durante el fin de semana del 31 de octubre para permitir a quienes estén de vacaciones que regresen a sus hogares.
Para el resto de la población será “el regreso de las declaraciones juradas”, dijo Macron en referencia a los permisos especiales para viajes esenciales.
Macron aseguró que intentará “proteger la economía” a pesar de aplicar restricciones a la población, pero se refirió al “justo equilibrio que debemos buscar constantemente” entre las precauciones sanitarias y la actividad productiva, y aseguró que “nada es más importante que la vida de humana”.
“Francia nunca adoptará la estrategia de la inmunidad de rebaño”, sentenció el Presidente.
Durante su mensaje de este miércoles Emmanuel Macron informó que Francia se encuentra “abrumada” por una segunda ola de contagios de coronavirus “que sin duda será más dura y asesina que la primera”, y vaticinó que para mediados de noviembre habrá “9.000 pacientes” estarán en cuidados intensivos, lo que significará una ocupación cercana al 100 % de las camas disponibles.
De acuerdo con números aportados por las autoridades sanitarias de Francia a la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, hay 1.279.384 casos acumulados de coronavirus en el país, de los cuales 35.820 resultaron fatales.