En El Maitén días atrás un perro apareció cargando el cráneo de un desconocido. Un joven de 18 años es buscado intensamente. De otros residentes tampoco se tiene información.
El pequeño pueblo de El Maitén en Chubut vive bajo la sombra profunda del miedo después de que un perro apareció cargando en su hocico la cabeza de una persona cerca de una cancha de fútbol local.
El hecho ocurrió el 16 de agosto pasado, aunque justamente por esas horas la policía chubutense, Bomberos, un grupo de vecinos y personal de otras áreas provinciales, buscaban al joven José Cretton (18), desparecido el 11 del mismo mes. En total eran más de 70 personas dedicadas a rastrear al chico.
En el marco de este operativo encontraron el cuerpo sin cabeza del desconocido. El análisis forense reveló que se trataba de un hombre mayor con lo cual quedó descartado que se tratara de Cretton.
¿De quién era el cadáver cercenado entonces? Horas después se lo identificó como Aurelio Calfiqueo (72), quien estaba desaparecido desde fines de junio de este año.
“En el procedimiento concretado a unos tres kilómetros del casco urbano, se pudo hallar el cuerpo de una persona de sexo masculino, quien presentaba rasgos y evidencia de que hacía días estaba en el lugar”, informó a los medios locales el comisario Fabio Montecino.
A Cretton siguen buscándolo.
El Maitén comenzó a revivir viejos fantasmas que hablan de desapariciones no resueltas que podrían indicar raras coincidencias o incluso un asesino serial. En el pueblo las teorías se han disparado.
Es que Calfiqueo y Cretton no son los únicos perdidos en esta localidad en la que viven apenas 5000 habitantes.
José Real (74) fue visto por última vez el 4 de mayo de 2013 y “Salvador “Trino” Paredes (74) el 17 de febrero de 2020. Cuatro perdidos en menos de una década.
Más de 200 vecinos se movilizaron el viernes pasado en El Maitén reclamando por estos casos y preocupados por la seguridad en el pueblo.
Cuando la fiscalía de Lago Pueblo confirmó que el cadáver era de Calfiqueo la familia de Cretton respiró aliviada por un momento.
Hallaron un cuerpo mientras buscaban al joven, pero era de otro desaparecido, Aurelio Calfiqueo.
El joven oriundo de Esquel había llegado hacía dos meses para vivir con una mujer 20 años mayor. Se decía que el ex marido de ella habría amenazado a Cretton. La policía de Chubut allanó la casa del sospechoso (identificado por su iniciales C.N.) al que los vecinos apuntan, pero todavía no han informado oficialmente acerca de los resultados del procedimiento.
Antes de esfumarse, Cretton envió a su pareja un mensaje por Whatsapp. “Amor me voy, he estado pensando que esto nunca va a funcionar. Estoy algo cansado de estar solo y, para serte sincero, conocí a otra persona. No te preocupes en llamarme, quiero empezar algo nuevo y -ella- es casi de la misma edad mía. Te llamaré más adelante. Beso amor, adiós…”, habría escrito el joven.
En la familia y en la propia policía intuyen que el mensaje no lo escribió el joven. Después de todo, Cretton acababa de llegar de Esquel para iniciar una nueva vida con su pareja.
Las desapariciones mantienen en vilo al pueblo, ubicado en el departamento de Cushamen, y que conoció épocas doradas cuando era una estación del Viejo Expreso de la Patagonia que unía Ingeniero Jacobacci con Esquel transportando mercadería y pasajeros.
Para su intendente, Oscar “Chorcho” Currilen, una explicación podría ser el duro clima del lugar.
“Muchas veces la gente va a pasear y se pierde. El clima también afecta y en las últimas semanas tuvimos nevadas muy fuertes, pero hay más de 70 personas buscando a este joven”, explicó Currilen a El Cordillerano. La autoridad no especula con que haya un asesino suelto entre los vecinos. “Creo que tiene que ver con la zona y el clima duro que tenemos”, explica.
Sin embargo, los desparecidos del El Maitén son un caso policial en proceso en distinto grado de investigación. Casualidad o no, al menos tres de ellos fueron vistos por última vez en el mismo barrio de Agua Potable.
“Desde el primer día, con lluvias o nevadas, la familia salió a buscarlo y dio vueltas por todo el pueblo. El lugar donde encontraron los restos, nosotros lo recorrimos 20 mil veces. Lo que hicieron fue plantar evidencia, ya que un día se encontró un cráneo y al siguiente el cuerpo. A nadie se le va a caer la cabeza porque haya una helada”, acusó Cintia Calfiqueo, nieta de Aurelio.
La familia de Cretton sospecha tanto del ex marido de la última pareja del joven como de ella. Están convencidos de que la mujer oculta información. “Esta señora cuenta una mentira tras otra y siempre cambia las versiones por lo que pienso que ella sabe mucho pero no quiere decir la verdad”, dijo a Infochucao, Sergio Cretton, el padre.
“Desconfío de la fuerza policial por lo que solicita que si alguien tiene algún dato para aportar sobre lo que le pasó a José, me lo acerque a mí directamente. Nos preparamos para la peor noticia porque si mi hijo se hubiese ido por sus propios medios ya se habría comunicado”, aseguró.
El comisario reconoce que tienen indicios de que hay un hecho criminal detrás. “Teníamos varios elementos en análisis que podían acreditar que en este predio o en los piletones se podría haber producido algún hecho delictivo”, dijo.
La causa tuvo novedades en las últimas horas, con las detenciones de dos sospechosos, entre ellos la ex pareja de la mujer con la que el joven se había ido a vivir. Se trata de Daniel Andrés Napal, imputado por homicidio agravado. Y junto a él, Carlos Peinipil, como partícipe o coautor.
“Trino” y Real ya no son buscados. A “Trino” lo vio por última vez su hijo en el barrio Agua Potable. El hombre dejó su casa junto al Centro de Jubilados de El Maitén y no hubo más noticias suyas.
Unas 40 personas, entre personal policial y voluntarios, intentaron encontrarlo. El hombre había llegado hacía unos 30 años desde Trevelín y se dedicaba a actividades del campo.
Los perros de la policía siguieron su aroma hasta la ruta 40 donde se perdían sus señales. Una hipótesis indica que pudo haberse subido a algún vehículo, aunque jamás hubo una comunicación posterior de su parte.
A Real se lo recuerda caminando en el barrio Agua Potable en la que vivía solo. En mayo de 2013 lo buscaron la policía, Bomberos, Defensa Civil y voluntarios. Nada.
“Algún camionero lo pudo haber levantado. Es un hombre que tiene pérdidas temporales de espacio y es muy confiado. No sabe leer ni escribir y en el pueblo lo conoce todo el mundo, ya que hace más de 20 años que vive acá”, relataba entonces su sobrina, Eugenia Domínguez.