Se trata de un ejemplar juvenil de un enorme perezoso terrestre, de más de 3,5 millones de años, hallado en San Eduardo del Mar
Un equipo interdisciplinario –que incluye investigadores del LACEV, Fundación Azara, Museo de Ciencias Naturales de Miramar, Centro de Geología de Costas y Cuaternario de la UNMDP y el Laboratorio de Paleontología de Vertebrados (CICYTTP)– dio a conocer el hallazgo de un cráneo de megaterio de una antigüedad que supera los tres millones y medio de años, durante el Plioceno de la región pampeana.
El ejemplar fue encontrado en la localidad de San Eduardo del Mar, muy cerca de la ciudad de Miramar, en el sector costero y estudiado recientemente por los investigadores que presentaron el estudio de este hallazgo, Nicolás R. Chimento, Federico L. Agnolin, Diego Brandoni, Daniel Boh, Mariano Magnussen, Francisco de Cianni y Federico Isla.
El megaterio fue un enorme perezoso terrestre que alcanzó los 5 metros de longitud y las 6 toneladas de peso (comparable con los más grandes elefantes). Su hocico era estrecho y tendría una larga lengua con la que arrancaría las ramas vegetales que constituían su alimento.
Su extraña anatomía, grandes garras y tamaño descomunal hacen del megaterio un animal misterioso, y como tal, ha despertado curiosidad entre los investigadores. Algunos especialistas creen que podría haber sido carnívoro y que utilizaba sus grandes garras para apuñalar a sus presas, e incluso que pudo haber sido casi enteramente pelado como los elefantes y rinocerontes.
Los restos de megaterio son muy comunes en casi todo el territorio argentino; sin embargo, esta es la primera vez que se encuentran restos de tanta antigüedad, que solo es comparable con un hallazgo realizado hace algunos años en Bolivia.
La existencia de un megaterio tan antiguo en las planicies pampeanas nos muestra que la historia de estos enormes perezosos aún es casi desconocida, y es posible que los megaterios hayan tenido una historia mucho más compleja de lo que se cree.
En el 2020, dos vecinos de la ciudad balnearia hallaron los primeros restos fósiles bonaerenses de un tiburón blanco prehistórico de unos 10 mil años y fueron identificados en el registro paleontológico de la ciudad de Miramar.
El tiburón blanco es la especie de pez más afamada por ser uno de los depredadores marinos con una contextura imponente y contar con un prontuario extenso de ataques a seres humanos. Sin dudas es una de las especies más grandes de tiburones, alcanzando los 6 metros de longitud.
Un peculiar y casual hallazgo paleontológico realizado por dos vecinos en la ciudad balnearia de Miramar demuestra la presencia de este curioso depredador marino a partir de fósiles identificados recientemente. Los fósiles tendrían una antigüedad cercana a los 10 mil años.
“En ocasiones aparecen fósiles desplazados o rodados en nuestra costa, pero estos restos marcaron la diferencia. De forma separada en distancia y tiempo, se recuperaron los dientes que muestran un importante proceso de fosilización. Los materiales en cuestión fueron llevados al Museo Municipal de Miramar y quedaron guardados en un cajón durante unos años”, comentó Daniel Boh, titular del museo local.
“Si bien presentan erosión, se trata de dos excelentes piezas fósiles, uno de ellos de la mandíbula superior y el otro de la inferior”, sostuvo Bogan. Y agregó: “Se trata de los primeros restos fósiles de esta especie descubiertos en este sector de la costa bonaerense. El tiburón blanco en la actualidad es sumamente inusual en nuestras costas y este hallazgo refuerza el modelo paleontológico previamente propuesto, donde la especie era mucho más abundante en el pasado reciente de nuestro mar”.