Sociedad
La resistencia de Christina Applegate: sobrevivió a un cáncer y la esclerósis múltiple puso en pausa su carrera
La actriz es un símbolo de perseverancia en Hollywood. Su vida personal estuvo plagada de retos, desde la separación de sus padres hasta la muerte de su exnovio por una sobredosis. Hoy cumple 53 años. Un repaso por su carrera y sus romances más conocidos.
Exitosa casi desde que nació. Es el extraño caso en que la hija supera en fama a sus padres ya conocidos en Hollywood. Pero Christina Applegate, estrella de sitcoms y películas, también tuvo que vencer numerosos obstáculos relacionados con su salud y su familia.
Christina no recuerda haber compartido el hogar con su madre y su padre juntos. Sus padres se separaron poco después de que ella llegara al mundo, el 25 de noviembre de 1971. Su padre, el ejecutivo y productor musical Bob Applegate, volvió a casarse. Y su madre, la cantante y actriz Nancy Priddy, la crió sola. Años más tarde, Christina se reencontró con su padre, aunque como alguna vez declaró, no llegaron a pasar juntos todo el tiempo que les hubiera gustado.
Su vida familiar dio un triste giro a finales de los 70, cuando a Nancy Priddy le diagnosticaron cáncer de mama. Christina sólo tenía siete años por aquel entonces. Afortunadamente, Nancy hizo el tratamiento hasta que recibió el alta médica. De hecho, sobrevivió dos veces a la enfermedad, recuperándose totalmente tras su reaparición en la década de 1990. En una entrevista Christina reconoció que no siempre había valorado a su propia madre: “Me siento mal. Hubo veces en que no traté a mi madre del todo bien. No tenía ni idea de lo mucho que me quería”.
La actriz se embarcó en una búsqueda para descubrir qué le había ocurrido exactamente a su abuela paterna. A Bob Applegate le habían dicho que su madre había muerto a golpes a la salida de un bar, pero nunca se habían confirmado los detalles exactos. Investigando más a fondo, Christina descubrió que la abuela que nunca conoció había fallecido en realidad de cirrosis relacionada con el alcohol y tuberculosis. “Lo bueno de esto es que puedes estar increíblemente orgullosa de haber roto el patrón”, dijo la actriz al enterarse la verdad.
Trabajos truncos
Es difícil imaginar a alguien que no sea Reese Witherspoon interpretando a Elle Woods en el clásico de la comedia Legalmente rubia (2001). Christina podría haber conseguido el papel si no le hubiera asustado que la encasillaran. Reveló que la llamaron justo después de terminar su carrera en Casados con hijos: “Me asusté de repetirme. Fue una estupidez”. Según rumores en Hollywood, antes se había presentado al casting para interpretar a Rose en Titanic (1997), rol que fue para la nominada al Oscar Kate Winslet.
En el 2004, Christina tuvo la oportunidad de demostrar sus dotes de cantante y bailarina, heredados de su mamá. Ese año había conseguido el papel protagonista en el revival de Broadway de Sweet Charity. Era el trabajo de sus sueños que terminó convirtiéndose en una pesadilla. Mientras interpretaba a Charity Hope Valentine en un preestreno del musical en Chicago, se rompió un pie en el escenario. Y la situación empeoró cuando los productores anunciaron que cerrarían el espectáculo como consecuencia de ello. Applegate consiguió convencerlos de que el espectáculo debía continuar y, montada a un par de zapatos especiales, realizó una actuación que le valdría una nominación a un Premio Tony como Mejor Actriz de Musical.
Sin embargo, su perseverancia tuvo un costo, como explicó: “Broadway es lo mejor que me pasó. Pero en realidad ya no puedo bailar, y eso me entristece porque siempre quise volver”. Aunque volvió a sumergirse en el mundo del baile como jueza invitada en ocho episodios del reality show So You Think You Can Dance.
Un divorcio y un novio muerto
Tras salir con estrellas como Brad Pitt y el líder de Skid Row, Sebastian Bach, Christina parecía haber sentado cabeza en 2001, cuando se casó con el actor Jonathon Schaech en Palm Springs. Pero rompieron luego de 4 años. Todo parecía haber terminado de forma amistosa entre ambos; Christina habló muy poco de la ruptura, y Jonathon sólo dijo cosas buenas de su ex esposa aunque admitió que la separación lo afectó mucho en su momento: “Por haber sido criado como católico y tener unos padres que siguen juntos desde hace más de 50 años, sentí que les había fallado a todos. Pensé que Dios me había abandonado”, dijo el actor. Desde entonces, ambos encontraron la felicidad: Jonathon se casó con Julie Solomon en el 2013 y Applegate dio el “sí, quiero” al músico Martyn LeNoble en el 2010.
Tras separarse de su primer esposo, Christina inició una relación con el pescador Lee Grivas, una pareja bastante intermitente. Cuando Applegate empezó a salir con Grivas en 2005, estaba en medio de un divorcio difícil con Johnathan Schaech, y encontró un remedio para sus problemas en el dulce y divertido Lee, que cautivó a la actriz con sus historias que desafiaban a la muerte sobre la pesca en aguas profundas en la costa de Alaska. “Somos muy felices el uno con el otro”, declaró él a la prensa poco después de conocerla, a través de una bailarina en su espectáculo de Broadway Sweet Charity. “Me gusta hacerla sonreír y a ella le gusta hacerme sonreír. Es realmente inocente y divertido”.
La pareja salió intermitentemente durante más de un año antes de terminar definitivamente. Pero aunque el romance había terminado, Applegate, en ese momento de 36 años, quedó conmocionada el 1 de julio cuando la policía de Los Ángeles encontró a Grivas en su departamento de Hollywood, con una jeringa cerca, víctima de una sobredosis de drogas. “Lee era un ser humano increíble que fue una parte extremadamente importante y hermosa de mi vida”, dijo la estrella de Samantha Who?, quien asistió a los servicios dominicales con la familia de Grivas en su iglesia. “Lo extrañamos más allá de las palabras. Conmovió a tantas personas y siento mucha tristeza por su madre, su hermano y toda su familia y amigos”.
Casada con su mejor amigo
Christina se casó en 2013 con Martyn LeNoble, aunque se conocen desde hace mucho más tiempo. Applegate explicó que él había estado en su vida durante 13 años como amigo, pero su relación siguió fortaleciéndose con el paso del tiempo. Después de dos años de noviazgo, se comprometieron el día de San Valentín en febrero de 2010, y se casaron tres años después durante una ceremonia privada en su casa de Los Ángeles.
Menos de cinco meses después de que la pareja se comprometiera, confirmaron que estaban esperando su primer hijo. Antes de dar a luz, la actriz dijo que sería una combinación de “hippie” y “tipo A” en lo que respecta a su estilo de crianza. “Tomaré de lo que hizo mi madre, que era muy hippie y del tipo ‘Haz lo que quieras hacer’, y traeré algunas cosas que sé de ver a mis amigos criar a sus hijos”, explicó. “Una especie de amalgama”. El 27 de enero de 2011 le dieron la bienvenida a su hija, Sadie Grace.
Tras dar a luz a su hija, Christina tuvo que pasar la siguiente década haciendo malabarismos entre la maternidad y las exigencias de una carrera en Hollywood, sobre todo con papeles recurrentes en los shows Noches sin descanso y Muertos para mí. En esa época, también trabajó en los films Vacaciones (2015) y El club de las madres rebeldes (2016).
Las enfermedades de Christina
En 2008, una resonancia magnética reveló una anomalía en su pecho izquierdo, y una biopsia confirmó más tarde que era cáncer. Aunque su madre había sobrevivido dos veces a la enfermedad, el diagnóstico siguió siendo una sorpresa. Christina recordó: “Aunque era cosa de familia, ni en un millón de años pensé que me pasaría a mí y estaba asustadísima”. También reveló que había exigido enterarse de los resultados de las pruebas por teléfono, en la comodidad de su casa y no en la oficina, para poder tirarse al piso y llorar. Pero contó que pronto consiguió levantarse: “Estaba temblando y luego, inmediatamente, tuve que ponerme en modo ocuparme de los negocios”.
Christina se sometió a una biopsia para asegurarse de que la enfermedad no se había expandido, así como a una prueba genética para evaluar el riesgo de que el cáncer reapareciera. Cuando el resultado fue positivo, optó por interrumpir la radioterapia y extirparse los dos pechos. Contó que tomó la decisión rápido: “Simplemente no quería el año que viene tener que volver a enfrentarme a eso”. Se operó a mediados de ese mismo año. Aunque no se arrepiente de nada, la estrella admite que pasó por un proceso de duelo. Meses después de su doble mastectomía, asistió a los Emmy del 2008 como nominada y presentadora. En el acto, dijo: “Estar aquí y llevar un vestido y sentirme bien, es toda una victoria”.
Pero, años más tarde volvieron las peores noticias. En 2021 Christina reveló que le habían diagnosticado esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune: “Fue un viaje extraño. Y un camino duro. Pero como todos sabemos, el camino sigue su curso. A menos que algún idiota lo bloquee. Como dijo una de mis amigas que tiene esclerosis múltiple: ‘Nos despertamos y tomamos las medidas indicadas’. Y eso es lo que yo hago. Así que pido privacidad mientras paso por esto. Gracias”.
Christina no reveló a quién se refería, pero es sabido que su vieja amiga y coprotagonista de La cosa más dulce (2002), Selma Blair, a quien también diagnosticaron EM en el 2018, escribió: “Queriéndote siempre. Siempre aquí. Al igual que nuestros hijos. Apoyándonos con amor”.
Applegate pasó gran parte del año siguiente rodando la tercera y última temporada de la comedia Dead To Me. Pero la experiencia no fue fácil. Contó que a menudo se iba a su trailer cuando las cosas se ponían demasiado duras: “Por supuesto que no quería estar cerca de nadie ni quería hablar de ello. Pero tenía que ir a trabajar”. Pero el reparto y el equipo la apoyaron en todo. En un momento, Netflix puso en pausa toda la producción para que pudiera decidir el tratamiento y lo que era mejor para ella. Dijo que también le resultó difícil verse a sí misma en televisión una vez que la serie dejó de emitirse a finales del 2022, y declaró: “Engordé 18 kilos debido a la inactividad y a los medicamentos, y no me veía ni me sentía como yo misma”. Pero, la veterana del mundo del espectáculo consiguió finalmente mostrar su mejor versión en la pantalla.
¿Jubilación anticipada?
Durante las últimas cuatro décadas, Christina acumuló más de 80 papeles en cine y televisión. Pero desde que le diagnosticaron esclerosis múltiple, cree que es poco probable que su currículum evolucione. En una entrevista insinuó que el papel de Jen en Dead to Me bien podría ser uno de los últimos, y eso que sólo está cumpliendo 53 años: “Ahora mismo no podría imaginarme levantarme a las 5 de la mañana y pasar de 12 a 14 horas en un set. No tengo eso en mí en este momento”.
En otra charla sospechó que no sería tan fácil encontrar otro trabajo como actriz que fuera tan flexible y complaciente: “Estoy bastante convencida de que esto era todo. Pero quién sabe, probablemente me aburra mucho de estar en mi habitación”. Dicho esto, aunque puede que no veamos tanto a Christina a partir de ahora, puede que la sigamos escuchando porque planea trabajar como locutora y explorar el mundo de la producción.