Sin embargo, Ámbito había accedió a las notas internas de Gendarmería que ratifican que se solicitó autorización para sacar ese material (70 mil cartuchos antitumulto) el 11 de noviembre de 2019 y que un día más tarde, se amplió para incluir esas municiones que presuntamente habrían sido descargadas en el aeropuerto de La Paz y son las que fueron agradecidas por la Fuerza Áerea boliviana en una carta oficial recibida en la Embajada argentina en ese país.
Tal como adelantó Ámbito el lunes 12 de julio, Gendarmería “borró” de su inventario los 70 mil cartuchos aduciendo que durante la permanencia del Grupo Alacrán en Bolivia, habían sido utilizados por completo en prácticas y entrenamientos, sin alcanzar a justificar cómo había ocurrido eso con semejante cantidad de elementos y supuestamente por un grupo que solo debía velar por los bienes de la Embajada y las personas que allí residían.
Tampoco se especificó locación de esos entrenamientos ni armas utilizadas para dispararlos (solamente hay registro de una sola escopeta compatible con calibre 12,70 mm A/T). Por este motivo, fueron pasados a disponibilidad quienes aparecen firmando las autorizaciones y requerimientos internos, y el rol de Gendarmería ocupa la centralidad de la denuncia de contrabando agravado que de manera conjunta el Gobierno presentó ante el fuero penal económico. Es porque se trata de la maniobra de ocultamiento de la operación de envío de material bélico destinado a fuerzas de seguridad que habían derrocado a Morales.
Por primera vez, los documentos:
El 11 de noviembre de 2019, la Dirección Logística de Gendarmería, con la firma del comandante mayor Rubén Carlos Yavorski le hizo el pedido de autorización a la ANMAC para “la salida temporal de armamento, municiones y los elementos que se adjuntan como archivo embebido. El material y equipamiento descripto será utilizado por parte del personal… dentro del marco y la protección del Señor Embajador Argentino, su residencia, las instalaciones diplomáticas, así como el personal que se encuentre dentro de la misma”, indica la descripción de la misión de protección a Normando Álvarez García. Están copiados en la nota Gerardo José Otero (Director Nacional de Gendarmería y autorizante de la misión bajo la órbita de Bullrich), Jorge Daniel Perrone (Dirección General de Apoyo GNA), Daniel Marcelo Martín Olmos (Apoyo GNA) y Sergio Adrián Calderón (Apoyo GNA).
Pero al día siguiente, el mismo Yavorski se dirigió a Eugenio Cozzi (de la Agencia Nacional de Material Controlado dependiente del Ministerio de Justicia de Germán Garavano) para hacerle expresa mención que correspondía ampliar el listado enviado el día anterior. Agregó 70.000 cartuchos AT 12/70 Anti Tumulto de Fabricaciones Militares y 100 spray gas pimienta. Volvió a copiar a sus jefes en Gendarmería.
El dato saliente para comparar ambos documentos, es que en el archivo “embebido” que se adjuntó el 11 de noviembre de 2019, se describe exactamente cuál iba a ser el armamento que debía ser utilizado por el Grupo Alacrán (con su correspondiente autorización) pero también cuál iba a ser la munición que llevarían para el equipamiento que declaraban. Del calibre que se mencionan los 70 mil, los Alacranes ya llevaban originalmente 3600 12,70mm A/T. No existe reporte alguno que durante las refriegas y en lo que se extendió de su misión, hayan entrado en acción
Pero como informó Ámbito, lo más elocuente ocurrió el 15 de julio de 2020, cuando el Director de Operaciones, comandante mayor Carlos Miguel Recalde -ya durante la gestión de Sabina Frederic- dirigió la nota NO-2020-45257466-APN-DIROPER GNA a Daniel Gustavo Mendoza, en referencia a “Agrupación Fuerzas Especiales de Gendarmería Nacional”. Estaba dirigido a la Dirección de Servicio Administrativo Financiero de Gendarmería, específicamente a “Contrataciones”.
“Dada la conmoción que se vivía en ese entonces en dicho país y a los efectos de cumplir con la misión y funciones asignadas para el normal desarrollo de las actividades diplomáticas, fue necesario que el personal mantuviera la capacidad operacional y suficiente destreza al más alto nivel”, indicó Recalde. “Por lo expuesto precedentemente, a los efectos de mantener y acrecentar las capacidades, se realizaron ejercicios de entrenamiento y prácticas de tiro con el armamento que fuera llevado en comisión. En dichas instrucciones se emplearon la cantidad de 70 mil cartuchos calibre 12,70 MM A/T”, declaró.
“Se informe a la ANMAC del consumo de la cantidad de SETENTA MIL (70.000) cartuchos calibre 12,70 MM A/T”, ordena sobre el final, para consumar la eliminación del registro de “salida temporaria” que tenía la ANMAC. Es decir, para la Argentina habían desaparecido porque habían sido utilizadas en Bolivia. Se producía con esta maniobra de Recalde la baja en el inventario de Gendarmería, y la eliminación del riesgo para Aduanas.