Con una plaza garantizada al máximo torneo continental del año venidero, Racing tratará de aprovechar el envión triunfal que trae y que le ha posibilitado ganar sus últimos siete compromisos entre el certamen local y la Sudamericana. Sin jugar bien, pero con mucho temple y oportunismo, el último sábado sacó adelante un partido complejo y derrotó 2-1 de visitante a Rosario Central. No hay dudas de que el plantel que dirige Gustavo Costas mantiene el hambre de gloria e irá por el título.
Aunque el equipo no está confirmado, es un hecho que reaparecerá en el ataque Maximiliano Salas, luego de haber cumplido con una fecha de suspensión, y que estará en el banco -pero seguramente tendrá algunos minutos- Juan Fernando Quintero, que tras la consagración en Paraguay tuvo unos días de licencia para retornar a Colombia por razones particulares. La duda es quién completará el ataque, si Santiago Solari o Luciano Vietto.
Por su parte, Estudiantes viene de perder 2-1 de local ante River redondeando una campaña de mitad de tabla que a pocos ha dejado satisfechos. El Pincha también tiene asegurada su participación en la Libertadores 2025 por haber logrado la Copa de la Liga. Pero sus irregularidades destaparon en La Plata una oleada de rumores sobre la continuidad de Eduardo Domínguez al mando del primer equipo. “Si (Juan Sebastián) Verón cree que soy la persona indicada, yo voy a estar”, sentenció el técnico.
Sin chances de dar pelea por el título, pero tercero con 66 puntos en la tabla anual, de conseguir al menos cuatro de los nueve unidades que le quedan en juego, River tendrá un pie y medio adentro de la Copa del año que viene. Marcelo Gallardo a priori sostendrá para el clásico a la base del equipo que viene de ganarle 2-1 al Pincha en La Plata, con el dato de que Leandro González Pírez ya purgó la fecha de sanción y está en condiciones de regresar a la zaga central en lugar de Daniel Zabala.
San Lorenzo, por su parte, está cerrando un año decepcionante que lo dejó afuera de las Copas internacionales y viene de perder 2-0 ante Belgrano en el Nuevo Gasómetro. En medio de esta delicada situación, los jugadores reclaman el pago de los premios por haber pasado a los octavos de final de la reciente Copa Libertadores. “La situación anímica es extrema, estamos muy jodidos”, reconoció el vasco Iker Muniain, que a fin de año podría dejar el club también por falta de pago de su contrato.
