Politica
Los vínculos y negocios de la misteriosa sindicalista que cobró millones de Desarrollo Social
Se trata de Mariana Larrea Gadea quien administra el jardín “El Sueño del Principito” que recibió $1.000 millones del organismo. Tiene un bar militante y nexos políticos en Avellaneda.
Dueña de un reconocido restaurant peronista en San Telmo, militante con agrupación propia en Avellaneda, y gremialista de UPCN sobre la que recaen sospechas acerca de su crecimiento patrimonial en los últimos años.
Ese es el perfil de Mariana Larrea Gadea, la dirigente sindical apuntada por su vinculación con la asociación civil El Sueño del Principito, que durante 2022 cobró transferencias del Estado por $ 1.019 millones, reconocidas por el Gobierno después de una nota de Clarín, de las cuales $ 633 millones se hicieron en la gestión de Victoria Tolosa Paz, del 18 de noviembre al 28 de diciembre del año pasado.
La revelación acerca de los millonarios fondos discrecionales transferidos por el Gobierno a la asociación civil de La Matanza motivó una fuerte controversia que derivó en el pedido de informes de la oposición en el Congreso de la Nación a la ministra de Desarrollo Social Victoria Tolosa Paz.
Fueron los diputados Cristian Ritondo y Alejandro Finocchiaro quienes pidieron al Gobierno el detalle de los actos administrativos que fundamentan las transferencias hacia la asociación civil responsable del jardín maternal en la localidad de Isidro Casanova, que se encuentra nucleada dentro de la Connaf, la entidad que preside Larrea Gadea.
Gremialista de UPCN, Larrea Gadea, de 47 años, tiene un extenso currículum relacionada a la política, ya que viene militando dentro del peronismo desde los años en que vivía en Merlo. Sin embargo, desde antes de la última década se asentó en Avellaneda, donde conoció a Mariano Buglione, su actual pareja y referente del municipio del sur del Conurbano, donde se lo identifica como puntero político del Frente de Todos.
Juntos, Larrea Gadea y Buglione lideraron en 2011 el espacio “Tercera Posición”, con el que participaron en varias elecciones municipales del extinto Frente para la Victoria.
“Nuestra agrupación surge del encuentro de múltiples actores sociales que, desde hace años, vienen trabajando en la construcción de este espacio, y fundamentalmente porque las necesidades de nuestra gente no encuentran respuesta en quienes deben gestionarlas”, decía entonces Buglione, en el acto de lanzamiento.
La militancia de Buglione, de 43 años, es de larga data. En el Registro Único de Audiencias del Ministerio del Interior figura una reunión que tuvo en 2006 con una funcionaria de Desarrollo Social, en su rol de secretario de Juventud de Avellaneda.
Los vínculos de su pareja con Desarrollo Social son mucho más estrechos: en su rol de gremialista de UPCN ante esa cartera pasó al menos cuatro veces por el ministerio el año pasado de acuerdo a los datos oficiales. Y como jefa de la Connaf, con vinculación directa a El Sueño del Principito, gestionó desembolsos por $ 1.019 millones en 2022.
Militantes peronistas, en 2020, en plena pandemia de coronavirus, iniciaron un emprendimiento bien particular, el bar militante “El Justicialista”, en Chile 270, casi en la esquina de Paseo Colón, en el barrio de San Telmo. Con el tiempo, se convirtió en un clásico dentro del circuito cultural K, ya que allí se pueden ver imágenes históricas de Juan Domingo y Eva Perón.
“El primer bar en el que incursionamos es El gran lío de Viamonte al 1500, ahora buscamos un espacio para probar platos tradicionales y acercarse al pensamiento justicialista”, le dijeron Larrea Gadea y Buglione al diario BAE en el momento de la inauguración, que coincidió con el inicio del gobierno de Alberto Fernández, en la misma zona, precisamente, donde el presidente tenía su bunker de campaña.
Ubicado en una vieja casona de más de tres pisos, cuenta con un espacio para bar y salas que se utilizan para reuniones de trabajo. En estos años, se ofrecieron allí diversas exposiciones de artistas de la época, se realizaron actividades polítcias y hubo charlas de economía, filosofía y actualidad.
Clarín se acercó al bar para ver cómo funcionaba en la actualidad, pero según vecinos de la zona está cerrado desde principios de año. También intentó comunicarse con Larrea Gadea, pero no tuvo éxito.
Buglione y Larrea Gadea viven en Sarandí. La relación con los vecinos parece no ser buena. La relación con los vecinos parece no ser buena. En un portal de vecinos de Villa Domínico, en Facebook, los acusan de haber construido una casa “a todo lujo, con aire acondicionado central, un quincho gigante y muebles de película”. Además, denuncian que compraron en efectivo otra casa para refaccionar y que se mueven en dos camionetas nuevas.
