Debía declarar hoy, pero presentó dos escritos, a los que accedió Clarín. Acusa al magistrado de “prejuzgamiento”.
El abogado de Mauricio Macri presentó dos escritos en la mañana de este miércoles, el primero de ellos recusando al juez Martín Bava por “prejuzgamiento y temor fundado de parcialidad” y el segundo pidiendo una nueva fecha de indagatoria. El ex presidente está imputado por presunto espionaje ilegal a familiares del ARA San Juan y debía presentarse este miércoles en el juzgado de Dolores.
Al analizar la situación procesal y fundamentar el llamado a indagatoria de Macri, el juez Bava había sostenido que se investiga “la participación de los imputados en la realización de las tareas antes mencionadas, las cuales consistieron en la obtención de información, producción de inteligencia y almacenamiento de datos sobre personas, por su opinión política o su pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales, comunitarias y de derechos humanos”.
Entre esas tareas de presunto “espionaje prohibidas por ley, se les imputó haber dirigido numerosas de ellas a obtener datos personales e información de los familiares y allegados de los tripulantes del submarino ARA San Juan, como así también del buque ‘El Repunte’ y del buque ‘Rigel'”, señala la resolución judicial.
En este caso puntual, el juez explicó que las acciones que se les imputan a los ex funcionarios macristas, “buscaban influir en la situación política e institucional del país, puntualmente respecto a los reclamos que realizaban los mismos por el hundimiento de dichas embarcaciones y la consecuente muerte de sus familiares, como así también apuntaban a conocer sus actividades, los lugares donde se reunían, sus datos personales y los de su entorno, como la identificación de sus referentes”.
Pese a la citación, Macri, quien regresó al país este martes desde el exterior, había informado que no se presentaría. Por eso, su abogado Pablo Lanusse, presentó dos escritos en la mañana de este miércoles.
En un largo hilo de publicaciones, Macri al regresar al país, apuntó contra el juez Martín Bava, quien lo citó a indagatoria. “El juez Bava vulneró mis garantías desde el primer minuto y me involucró en una causa que no corresponde investigar en Dolores y en la que no tengo nada que ver. Se trata, según me explicó mi abogado, de una imputación arbitraria donde se busca perseguirme”.
Para la defensa del ex Presidente, hay “dos las causales que justifican este planteo de recusación”, por un lado el “prejuzgamiento y el temor fundado de parcialidad que genera la actuación del Sr. Juez recusado en la persona del Ing. Mauricio Macri”.
Al momento de fundamentar el planteo, indicó que el magistrado es quien se “encargara de anticiparlo en su escrito de presentación en estas actuaciones”. En primer término, se indicó que el juez Bava “expone y evidencia un posicionamiento de interés personal frente al caso concreto que aniquila su ecuanimidad, equidistancia, templanza e imparcialidad y demuestra su compromiso emocional, intelectual y lógico que lo excluye de su condición de garante del debido proceso, la recta administración de justicia y la defensa en juicio”.
Se basó el asesor letrado en “el escaso tiempo permitido al Sr. Macri y su defensa para acceder a la causa y su prueba por la inminencia de las fechas dispuestas por el Sr. Juez recusado para convocarlo a prestar declaración indagatoria (la primera de ellas era de público conocimiento que estaba fuera del país”.
Por otro lado, en el escrito se indicó que Macri “no es parte en ninguna de las causas citadas. Eso no sería lo más grave. Lo que aniquila la imparcialidad del Magistrado que recuso, es que, entrometiéndose nuevamente en investigaciones que no están a su cargo, y en los que el Sr. Mauricio Macri no es parte, da por cierto apodícticamente hechos que aún se encuentran en etapa de instrucción”.
Es en ese sentido que la defensa del ex Presidente se refirió al prejuzgamiento por parte de Bava, “en la causa propia, y de forma indirecta juzgando como ciertos hechos que exceden su competencia y jurisdicción lo lleva al Sr. Juez recusado a afirmar que existió un entramado de operaciones de inteligencia ilegal con objetivos similares; que el Servicio Penitenciario Federal fueron quienes llevaron a cabo acciones de espionaje ilegal y que existieron escuchas ilegales en ese ámbito durante el período 2016-2019″.
Además, consideró el abogado Lanusse que el magistrado subrogante “se arroga la jurisdicción y competencia de otros magistrados y el conocimiento de otras investigaciones que no le son propias, para dar por cierto que ocurrieron hechos de espionaje ilegal en distintas jurisdicciones y que todo ello respondió a un mismo plan”.
Todas las tareas de inteligencia ilegal -a criterio de Bava-, “no contaron con autorización judicial alguna, ni fueron justificadas por órdenes de servicio fundadas en razones de seguridad interior o defensa nacional y se realizaron, además, con el objeto de influir en la opinión pública, en la opinión en esas personas y en el normal desenvolvimiento de las actividades de la agenda política de ese año, que según los criterios preestablecidos podían afectar a la gestión del entonces gobierno”.
En lo que refiere a Mauricio Macri, el magistrado entendió que las conclusiones a las que arribó muestra que las acciones “ilegales no fueron ejecutadas por los agentes de base que por motu proprio realizaron este espionaje ilegal, sino por el contrario, partieron de un interés político nacional que en el final de la cadena, respondía al entonces Presidente de la Nación, Ing. Mauricio Macri”.
La tragedia del Submarino ARA San Juan, ocurrió en noviembre de 2017 y provocó la muerte de sus 44 tripulantes.
El submarino, de fabricación alemana, sirvió en la Armada Argentina desde 1985 hasta el 15 de noviembre de 2017. La Armada perdió contacto con el submarino mientras navegaba en el Mar Argentino con una tripulación de 44 personas (43 hombres y una mujer) cuando se trasladaba desde Ushuaia hacia Mar del Plata, a la altura del golfo San Jorge.
Cerca de 18 países colaboraron en la operación de búsqueda y rescate (SAR), sin resultados.
Al año siguiente, el Gobierno contrató a la empresa estadounidense Ocean Infinity, iniciándose de esta manera una segunda búsqueda que concluyó al hallarse el submarino el 17 de noviembre de 2018, muy cerca del punto de desaparición, a 907 metros de profundidad y aproximadamente a 500 kilómetros al este de Comodoro Rivadavia.