Surgen en esas breves capacitaciones líderes en esto, coachs en aquello, y todos se transforman rápidamente en docentes o divulgadores de una materia que atrae a nuevos aprendices. Los cuales al poco tiempo se convierten en nuevos predicadores que buscan captar a otros interesados a través de la venta de cursos, charlas, materiales de lectura y supuestos referentes internacionales. El engagement, según le contaron al NO algunos participantes, se basa en sugerir o sugestionar a otros para sumarse al círculo. ¿A qué imagen geométrica remite este proceso?

De golpe, el barco se llena de capitanes que se capacitan rápido para dar consejos repentinos. Un sistema exactamente contrario a la pedagogía habitual, la cual se basa en una acumulación lenta pero sostenida de experiencia y conocimiento, y a la vez sometida a instancias intermedias de evaluación.

No es casual que esa matriz de motivaciones y técnicas de rápida digestión suela linkearse con aquellas marcas de multinivel: quien va o dicta los cursos de coaching, a su vez vende o maneja grupos de venta de Amway o Herbalife, por citar casos. Todo dinamizado, además, por los recovecos de una legislación fangosa.

Como sea, la expansión se tentaculiza hasta llegar a los propios claustros académicos: en 2018 el coaching ontológico entró con el formato de “capacitación” en la carrera de Relaciones del Trabajo de la UBA, a la vez que se dictaba algo similar en Cursos UBA, una plataforma descentralizada de la facultad de Ciencias Económicas.

Claro que tras la fachada de estos cursos, consejos y tips, también subyacen reclamos y señalamientos: hay quienes denuncian este modelo como coercitivo. En Córdoba, por ejemplo, el Colegio de Psicólogos hizo en marzo una fuerte campaña alertando sobre el “intrusismo” de los cursos de coaching. En Rosario incluso la exintendenta Mónica Fein debió rescindirle el contrato a un asesor que provenía de esa disciplina luego de los cuestionamientos que recibió al respecto. En Cuyo, en tanto, no escatimaron epítetos: una investigación del sitio Mendoza Post habló directamente de curro”.