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Espectaculo

Murió la actriz María Onetto

Lo informó la Asociación Argentina de Actores. De frondosa trayectoria en cine, televisión y teatro, tenía 56 años. El informe policial

A los 56 años, murió la actriz María Onetto, de extensa y variada trayectoria en teatro, cine y televisión. Lo confirmó este jueves la Asociación Argentina de Actores. Pocos minutos después hubo detalles proporcionados por la policía.

“Con gran dolor despedimos a nuestra afiliada, la querida actriz María Onetto. Su prestigiosa y nutrida trayectoria incluye trabajos en teatro, cine y televisión. Nuestras sentidas condolencias a sus familiares y seres queridos”, la recordó el gremio en su cuenta de Twitter.

La querida actriz María Onetto murió a los 56 años. Trabajó en tiras populares de TV, teatro y también, por ejemplo "Relatos salvajes".La querida actriz María Onetto murió a los 56 años. Trabajó en tiras populares de TV, teatro y también, por ejemplo “Relatos salvajes”.

La actriz se lució en tiras de éxito como La Leona, producida y protagonizada por Pablo Echarri, que se vio en la pantalla de Telefe. También en filmes como Relatos salvajes.

Los datos policiales

Personal de la Comisaría Vecinal 14 B de la Policía de la Ciudad fue desplazado esta tarde a la calle Humboldt al 2200, en el barrio de Palermo debido a que una mujer no respondía a los llamados.

Al llegar al lugar, los efectivos se entrevistaron con el cuñado de la damnificada, el cual informó que no lograba contactarse con ella desde el pasado 27 de febrero y que la misma se encontraba con un cuadro de depresión por la pérdida de su madre.

En consecuencia, y por medio de un cerrajero, se ingresó al domicilio y se encontró a la mujer, la actriz María Onetto, de 56 años, recostada en la cama y sin signos vitales.

Al arribar un médico del SAME, confirmó su fallecimiento.

Intervino en el caso, la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Número 24, a cargo del doctor Marcelo Retes y ante la Secretaría Única de las doctoras Santoianni y Hermida.

Una carrera exitosa y variada

Maria Onetto en 2001. Archivo Clarín.Maria Onetto en 2001. Archivo Clarín.

Según detalló la Asociación Argentina de Actores, “Su labor televisiva y de plataformas incluye los ciclos Maradona, sueño bendito, Vientos de agua, Mujeres asesinas, Montecristo,Tratame bien, TV por la inclusión, 12 casas, En terapia, Mi hermano es un clon, La celebración, entre otros. En cine, trabajó en Yo nena, yo princesa, Relatos salvajes, La mujer rubia, Perdida, La vida después, El cerrajero, Cuatro mujeres descalzas, entre otros films”. También se destacó su extensa trayectoria teatral.

La querida actriz María Onetto primero se recibió de psicóloga, pero lo suyo era el teatro. Llegó a la TV con Montecristo y luego incursionó en la dirección de actores.

Maria Onetto en Cannes durante la exhibición de "La mujer sin cabeza", de Lucrecia Martel, en 2008.Foto: AFPMaria Onetto en Cannes durante la exhibición de “La mujer sin cabeza”, de Lucrecia Martel, en 2008.Foto: AFP

Ella misma contó sus comienzos en una entrevista con Clarín en 2011:

“Nunca me pasó por la cabeza ser actriz. Era muy aplicada y los libros me entusiasmaban. Mi papá murió cuando yo tenía un año, algo de lo familiar había quedado desmembrado y el estudio organizaba mucho mi vida. Además iba a un colegio en Olivos que pertenecía a mi familia; todos trabajaban allí y yo estaba muy interesada en que nadie pensara que sacaba ventajas de eso.

“Cuando terminé se me hizo lógica la idea de seguir en la universidad. Mi hermana es psicoanalista, y yo estudié psicología. Hice la carrera muy rápido, pero me recibí y entré en crisis con la vocación. En ese tiempo estudiaba teatro con Luis Agustoni, aunque mi primer maestro fue Hugo Midón. También hice danza jazz, inglés… Tenía el día ocupado. Pero el teatro empezó a ser muy importante. En principio, me llamó la atención que allí había un tipo de sensibilidad afín a mí, mezclada con intensidad, apasionamiento y capacidad de juego.

María Onetto en los premios Condor, 2009, cuando ganó como Mejor Actriz. Foto DyNMaría Onetto en los premios Condor, 2009, cuando ganó como Mejor Actriz. Foto DyN

“Después entré al estudio de Ricardo Bartís. El estar ahí hizo que me diera cuenta de que ése era el mundo al que quería pertenecer, sobre todo al Sportivo Teatral. Tal vez una personalidad como la mía se hubiera metido a estudiar teatro en el conservatorio, pero la mirada de Bartís era muy fuerte. El empezó a entrenarme para dar clases, y apareció la posibilidad económica de vivir del teatro.

“Impartía clases. Todavía no se instalaba en mí la idea de ser actriz. Recién cuando me fui del Sportivo me habilité a mí misma, y el primero que me llamó fue Spregelburd, para hacer Raspando la cruz. Mi primer protagónico en teatro llegó con La escala humana, eso significó dejar de hacerme la tonta y decirme “vamos, confiá que está bueno”.

“Sentí más el reconocimiento profesional, cuando hice Nunca estuviste tan adorable, de (Javier) Daulte. Además, esa obra fue el pase a la tele. Me llamaron para Montecristo. Estaba muy contenta, y toda esa alegría se potenció por la calidad de la novela. Ahí vencí todos los prejuicios que podía tener con el medio.

“Mientras hacía Montecristo apareció el casting para la película La mujer sin cabeza, de Lucrecia Martel, y para mi sorpresa, quedé. A la vez me convocaron para La muerte de un viajante, con Alfredo Alcón. El me había visto en la televisión, ni siquiera en el teatro, fue muy intuitivo y perceptivo. Me resulta conmovedor el vínculo que tenemos, la modernidad de su pensamiento, su mirada aguda”.

Sus últimos trabajos

En noviembre del año pasado presentó La mujer deprimida, un unipersonal que abrió la octava edición de Nevadas Escénicas, el Festival Internacional de Artes Escénicas de Bariloche.

Su último trabajo aún no se estrenó: la serie de Star+, Ringo, sobre la vida del campeón argentino de boxeo, Oscar “Ringo Bonavena”, en la que interpretó a su madre, Doña Dominga.

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