Mientras la epidemia de dengue atraviesa su peor momento y a la falta de de repelentes se suma el debate por la estrategia de inmunización frente a este virus, aparecieron problemas con otra vacuna. La del Covid, un viejo conocido pero no olvidado, que se apresta a volver a entrar a la cancha en la temporada de infecciones respiratorias.
La frase que se vuelve a escuchar es una que trae recuerdos de la pandemia, de esas épocas en que las vacunas eran un bien escaso: faltan vacunas. Y las que faltan son específicamente las que deben recibir los bebés y niños más pequeños, una población en la cual las tasas de cobertura contra el SARS-CoV-2 han sido siempre bajas.
Según pudo saber Clarín, hay faltantes de dosis pediátricas desde hace varios días y en jurisdicciones importantes. Sin dar detalles de las provincias, lo confirmó Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE). “Sí, hay faltantes. Las dosis que había se aplicaron todas o se vencieron. El ministerio no ordenó la compra de una nueva partida”, explicó la infectóloga.
En la Ciudad de Buenos Aires admitieron que actualmente están sin stock. “El Gobierno nacional nos informó que estaba completando la licitación para reponernos vacunas. Aún no tenemos fecha exacta de entrega”, dijeron en el Ministerio de Salud porteño. En Provincia el stock varía según cada municipio, pero desde la cartera sanitaria bonaerense coincidieron: no recibieron más dosis pediátricas y tampoco tienen información de Nación de cuándo llegarán.
Ante la consulta de este diario, desde el Ministerio de Salud nacional aseguraron que “las adquisiciones y la distribución están avanzando normalmente. Tanto las vacunas incluidas en el calendario nacional y las de Covid están en las jurisdicciones, y se van reponiendo a medida que se van recibiendo los pedidos”. Y frente a la repregunta por los faltantes que informan las jurisdicciones, respondieron que “estamos dentro de lo que es circuito habitual, donde las provincias van actualizando los pedidos”.
Qué vacuna reciben los niños de entre 6 meses y 5 años
La única vacuna autorizada entre los seis meses y los cinco años por la Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) es la de Moderna, que se aplica en dos dosis. Para mayores de cinco años también está autorizada la de Pfizer.
La formulación de la vacuna pediátrica de Moderna es la misma que para los adultos, pero se aplica en menor cantidad. Para los mayores hoy no hay faltantes, pero sí para los chicos ya que de las disponibles sólo pueden recibir la de ese laboratorio.
Las dosis de las vacunas Covid que no llegaron son parte de la compra original de 20 millones de dosis al laboratorio estadounidense que gestionó la administración de Alberto Fernández, y que luego se amplió a un total de 25 millones que en su mayoría ya fueron prepagadas. Lo que resta recibir es un último remanente de alrededor de 1,2 millón de dosis. Cuando se activan los procesos de compra, la entrega se efectiviza en un plazo máximo de dos semanas.
Pero el tiempo, en el calendario, apremia. Con el foco 100% puesto en el dengue, hoy pocos recuerdan al temido y peligroso Covid. Pero la temporada de enfermedades respiratorias está a la vuelta de la esquina, y de hecho ya está en marcha la campaña de vacunación antigripal de cara al próximo invierno. Los menores de dos años son parte del grupo que tiene que recibir obligatoriamente también la vacuna para prevenir la influenza.
Es que estos dos virus respiratorios son más complicados en los extremos de la vida. Por eso la importancia de vacunarse. “Las vacunas son fundamentales y cuando comienza el invierno es cuando más circula el virus del Covid”, recordó Eduardo López, infectólogo del hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Cahn coincidió: “Hoy la percepción del riesgo está muy baja, pero el virus sigue circulando”.
Por eso, los infectólogos remarcan la necesidad de que haya disponibilidad de vacunas y de elevar las tasas de vacunación en niños en SARS-CoV-2, que según Cahn a principios de año estaba en segunda dosis en el 18,5% del total país. Las razones de la baja cobertura en la población pediátrica hay que buscarlas, explica la médica, primero en las contradicciones y polémicas con las que se inició la campaña allá por 2021 con la Sinopharm, que hizo que incluso muchos pediatras no fueran enfáticos en la indicación.
A eso se suma, señala, el cansancio de la gente post pandemia y la falta de información, como explicitó la última encuesta de percepción de vacunas de la Fundación Bunge y Born en la que 4 de cada 10 personas creían que era falso que se debe aplicar un refuerzo anual.
Vacunas bivalentes vs. monovalentes
La vacuna del Covid no está incluida en el calendario nacional de vacunación, porque se autorizó en la emergencia sanitaria, y es uno de los temas que deberá resolver próximamente la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), que fue noticia en las últimas semanas por haber recomendado la vacuna contra el dengue, aunque el Gobierno de Milei rechazó por ahora su incorporación a la estrategia nacional.
Volviendo al Covid, se cree que terminará incluida como lo está hoy la de influenza (para grupos de riesgo). La inclusión en el calendario implica que la vacuna sea gratuita y obligatoria, y que haya respaldo en dosis. Muchas de las compras de vacunas los estados las realizan a través de la Organización Panamericana de la Salud para lograr precios más competitivos.
Pero la cuestión de la compra demorada de las vacunas pediátricas pone en foco otro tema: la actualización de la fórmula que se está aplicando.
Las vacunas que están actualmente disponibles en Argentina son las bivalentes, aquellas que toman como base la cepa original de Wuhan y se modificaron para responder también frente a Omicron. En el hemisferio norte ahora se volvió a las vacunas monovalentes porque se descartó la cepa original, que ya dejó de circular. Desde Salud de Nación afirmaron que “se está avanzando en la incorporación de la monovalente” también en la vacunación en Argentina.
Según Cahn, la bivalente brinda protección cruzada y su cobertura es efectiva: “La vacuna no es la última, pero igual protege contra las formas graves, que es el principal objetivo”.
López disintió. “Cuando hace dos años que viene predominando Omicron, seguir usando Wuhan parecería una vacuna antigua”, puntualizó.
Según el infectólogo del Gutiérrez, con la bivalente había inmunidad cruzada con las subvariantes BA.4 y BA.5, pero no así con la JN.1 y la EG.5, que ya representan más del 60% de los casos analizados. “Hay protección, pero es menor porque ya hay otros sublinajes”, señaló López, quien de todas maneras concedió que “la mejor vacuna es la que está aplicada en el brazo”.
“Lo ideal es tener las vacunas que se parezcan lo más posible al tipo de virus que está circulando, pero no hay que perder oportunidad de vacunación, sobre todo ahora que estamos en la campaña de la gripe”, agregó Cahn quien también recordó que ya está incluida en el calendario la vacuna contra el virus sincicial respiratorio (VSR) que tienen que aplicarse las embarazadas para reducir en los lactantes el riesgo de bronquiolitis, la otra enfermedad que golpea fuerte cada invierno.