El hecho todavía duele. A casi cuatro años del suceso que marcó para siempre al deporte, se siguen conociendo detalles que profundizan el dolor y exponen la ineptitud que existió. El futbolista Emiliano Sala perdió la vida un 21 de enero del 2019 cuando el avión que lo transportaba cayó sobre el Canal de la Mancha en medio del vuelo que pretendía depositarlo en Cardiff, donde iba a sumarse a su nuevo club. Mientras los procesos judiciales continúan vigentes, se conoció un impactante audio que deja al descubierto la negligencia del piloto David Ibbotson.
El contenido del comunicado es entre el hombre a cargo de pilotear el Piper PA-46 Malibu y un “compañero piloto” en las horas que transcurrieron tras el desembarco en Francia a la espera de retornar rumbo a Gales. “Estaba volando y luego ‘boom’. Pensé: ‘¿Qué pasa?’. Así que puse todo por delante y comprobé mis parámetros, todo estaba bien y seguía volando, pero me llamó la atención”, le comentó Ibbotson a un amigo identificado como Kevin Jones, según reveló la cadena BBC.
En estos audios, Ibbotson también señala una frase profundamente estremecedora a la luz de los hechos: “Normalmente tendría mi chaleco salvavidas entre los asientos, pero mañana lo llevaré puesto”. En el diálogo también deja entrever que el pedal del freno izquierdo no funcionaba correctamente y se sincera: “Este avión tiene que volver al hangar”.
“Estoy en medio del Canal de la Mancha y ‘bang’”, le señaló, evidenciando que en el vuelo de ida rumbo a Nantes ya se habían identificado algunas señales de alerta. “Ese Malibú, tiene como una niebla de vez en cuando. Puedes sentirlo, muy, muy bajo en todo el fuselaje”, le expresó en esa conversación que se grabó “accidentalmente”, según remarcó el medio británico. Allí señaló que el transporte era “poco fiable”.
La autopsia que realizaron los investigadores sobre el cuerpo de Sala determinó que estaba sometido a un “envenenamiento grave” por monóxido de carbono y concluyeron que esa exposición seguramente generó que “estuviera profundamente inconsciente”. La hipótesis indica que el piloto padeció algo similar: ”Se considera probable que el piloto también hubiera estado expuesto al monóxido de carbono”, dijo el informe.
Este hallazgo de saturación de carboxihemoglobina (COHb) del 58% estaría emparentado a un “escape de gas que se filtró por la manguera del calentador con la calefacción de la cabina” y también explicaría los extraños movimientos que hizo la aeronave monomotor antes de caer al noroeste de la Isla de Guernsey sobre el Canal de la Mancha.
El tramo final del vuelo, creado a partir de una combinación de datos de los radares de Jersey (Les Platons) y Guernsey.
Este revelador mensaje que envió Ibbotson en el vuelo de ida rumbo a Nantes coinciden con las apreciaciones que había tenido Emiliano Sala en pleno vuelo. Minutos antes que el vuelo cayera, el futbolista de 28 años le mandó un audio a sus amigos donde planteó la inestabilidad de ese avión: “Muchachos, estoy acá, arriba del avión, que parece que se está por caer a pedazos y me estoy yendo para Cardiff, loco, que mañana sí ya arrancamos a la tarde a entrenar con el nuevo equipo, a ver qué pasa. Así que… ¿cómo andan ustedes, hermanitos, todo bien? Si en una hora y media no tienen novedades mías, no sé si van mandar a alguien a buscarme, porque no me van a encontrar, pero ya saben… Papá, qué miedo que tengo”.
La investigación posterior que realizaron los especialistas determinó que “ni el piloto ni la aeronave tenían las licencias o permisos necesarios para operar comercialmente”. Es decir, Ibbotson no estaba habilitado para trasladar pasajeros a cambio de dinero y tampoco podían realizarse ese tipo de tareas en ese avión.
Dave Ibbotson fue el piloto que se encargó de llevar a Sala en el trágico suceso
El vuelo se realizó durante la noche del 21 de enero del 2019 desde el aeropuerto de Nantes-Atlantique con destino a Cardiff. Sala había regresado a Francia para despedirse de sus ex compañeros y tomar algunas pertenencias con la intención de unirse al club de la Premier League que había realizado una inversión récord para comprar su ficha. Sin embargo, el vuelo nunca llegó a destino y recién el 3 de febrero se informó que habían localizado la aeronave en el fondo del Canal de la Mancha.
Tras ese hallazgo, los integrantes del buque Geo Ocean III lograron rescatar el cuerpo que se encontraba entre los restos del avión: los forenses determinaron que se trataba de Emiliano Sala. El cuerpo de Ibbotson nunca se localizó.
En noviembre del 2021, la Justicia de Cardiff determinó que el organizador del vuelo, David Henderson, debía cumplir 18 meses de prisión inmediata tras ser declarado culpable por negligencia. Las conclusiones durante el juicio indicaron que él iba a ser el encargado de pilotear el avión pero como se encontraba de vacaciones en París le cedió el trabajo a Ibbotson para que lo reemplace, a pesar que no tenía licencia comercial para tal tarea. Henderson es un experimentado piloto trabajaba regularmente con Willie McKay, un agente de futbolistas escocés que trabajaba junto a su hijo Mark, quien había actuado como intermediario entre el acuerdo que el FC Nantes hizo con el Cardiff City para vender a Sala.
David Henderson fue sentenciado a 18 meses de prisión por la muerte de Emiliano Sala (Foto: Geoff Caddick / AFP)
El último hecho que se desprendió de este trágico vuelo sucedió en los tribunales deportivos en pleno litigio entre Nantes y Cardiff. El TAS determinó que el club galés deberá pagar 6 millones de euros al Nantes como una parte del acuerdo que habían tenido por el fichaje del goleador argentino. “Una vez que los abogados del club hayan digerido los motivos de la decisión, esperamos apelar y no haremos ningún pago al FC Nantes mientras tanto”, afirmó el club de la Premier League. “Si esas apelaciones no tienen éxito y el club debe pagar la tarifa de transferencia, el club emprenderá acciones legales contra los responsables del choque por daños y perjuicios para recuperar sus pérdidas. Esto incluirá al FC Nantes y sus agentes”, apuntó.