Suman 336.224 millones de dólares según los datos del INDEC del tercer trimestre de este año.
Los dólares, euros, depósitos en moneda extranjera en bancos del exterior o fuera del sistema bancario local, propiedades o inversiones en el exterior y acciones o títulos de deuda de gobiernos o empresas extranjeras que tienen los argentinos es récord: suman 336.224 millones de dólares, según los datos del INDEC del tercer trimestre de este año.
Un año atrás, sumaban U$S 324.165 millones, un aumento de U$S 12.059 millones en 12 meses. En los últimos tres meses, el incremento se debió al incremento del valor de los titulos y acciones externas y a los depósitos fuera del sistema.
En 2009 esas tenencias totalizaban U$S 161.918 millones. Aumentaron en 6 años unos U$S 70.000 millones alcanzando así a fines de 2015 un total de U$S 232.323 millones. Desde entonces – en solo 5 años -aumentaron en unos U$S 100.000 millones y llegaron al récord de U$S 336.224 millones, en septiembre pasado. Todo esto, en los últimos años, en medio de un proceso de recesión, alta inflación, parate de la actividad económica por la pandemia y cuarentena, aumento de la informalidad e incremento de la pobreza de una parte creciente de los argentinos.
Los U$S 336.224 son más de 8 veces las reservas brutas declaradas por el Banco Central que, al 30 de septiembre, sumaban U$S 41.379 millones. Equivale a un PBI entero. Y es casi similar a los U$S 332.185 millones de la deuda pública a fin de septiembre, según las cifras del Ministerio de Economía.
Pero un dato no menor: mientras todos esos activos externos son privados, la deuda corresponde al Estado nacional y está contraída en pesos ajustados a la inflación o al dólar o directamente en dólares, primordialmente.
Se trata de un proceso dolarización que lleva varias décadas y que, más recientemente, se acentuó con la crisis de la convertibilidad, pesificación de los depósitos, devaluación permanente del peso, desconfianza en el sistema financiero, retiro de depósitos, compra de dólares oficiales y fuga de capitales, con su contrapartida el aumento del endeudamiento público.
Estas cifras del INDEC surgen de los movimientos de la compra-venta de moneda extranjera del sistema bancario y financiero, de la entrada y salida de fondos y capitales que se cursan a través del Banco Central y de datos suministrados de bancos y entidades del exterior acerca de las propiedades, colocaciones o activos que tienen los argentinos en sus países y de estimaciones de movimientos, como sería el caso del turismo extranjero.
Por todas esas razones, esa enorme cantidad de activos externos de argentinos o empresas argentinas deberían estar declarados ante la AFIP. En consecuencia, la cifra total podría ser aún más alta por los distintos mecanismos de elusión y evasión y fuga de divisas. Por el secreto fiscal, la AFIP no revela los valores declarados de los argentinos y tampoco los suministra, por fines estadísticos, al INDEC.
El Informe del INDEC dice que el total de activos financieros externos al 30 de septiembre de 2020 totalizaba US$ 395.539 millones, pero en esa cifra incluye las reservas del Banco Central, tenencias externas del Gobierno y de entidades financieras locales. El grueso – el 85% – son activos externos de sectores privados, fundamentalmente fuera del sistema local.
Un gran porción de esos activos privados externos está en monedas y depósitos, primordialmente en dólares, en cuentas del exterior, en cajas de seguridad o “bajo el colchón”: más de U$S 233.000 millones.
Por la alta inflación y la devaluación del peso “en proporción, los argentinos ahorran más en dólares que otros países que lo hacen en su propia moneda. Es uno de los mayores países con mayor cantidad de dólares billete per cápita del mundo”, aseguran los especialistas.
Otros U$S 66.123 millones corresponden a inversión de cartera (activos financieros) y U$S 39.653 millones a inversión directa, como bienes, propiedades e inmuebles – caso Miami, Uruguay- u otras tenencias en el exterior.