La empresa YKK Argentina, proveedora de cierres a cremallera anunció a sus clientes que no tomará más pedidos por falta de insumos en medio de trabas cada vez más duras para importar. La empresa multinacional que tiene una sede en la Argentina asegura dominar el 40% del mercado local, con lo cual un freno en su proceso productivo puede afectar a decenas de empresas del sector textil que dependen de ella.
“Lamentamos informarles que a partir del día de la fecha no recibiremos más pedidos, la falta de ingreso de materia prima nos obliga a tomar esta decisión, las ordenes pendientes las cumpliremos dentro de nuestras posibilidades”, reza una comunicación que envió la empresa de origen japonés a sus clientes argentinos.
“Hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance para poder cumplir con el sector textil, conocemos las consecuencias de la medida dado que el 40% del mercado se verá afectado, pero lamentablemente no hay otra alternativa”, agrega el texto que lleva la firma de Aldo Iezzi, vicepresidente de la empresa.
Según fuentes del sector, la filial local de la empresa japonesa que tiene presencia en 72 países y está en la Argentina desde 1981 importa las cintas con las que se confeccionan los cierres, los dientes y también los “deslizadores” que permiten la apertura y cierre. Esos insumos se volvieron imposibles de conseguir en días de férreo control a las exportaciones.
Las dificultades que experimenta el Banco Central en el mercado cambiario, en el que se ve obligado a vender reservas casi a diario para permitir a las empresas locales importar insumos en medio de la ausencia casi total de oferta voluntaria de dólares, llevaron al Gobierno a extremar las trabas a los pagos al exterior. El SIRA, el nuevo sistema de autorización y programación de importaciones, posterga e impide que muchas empresas se hagan de los dólares necesarios para pagar insumos del exterior a tiempo para producir. Y el resultado es el freno de la producción, en muchos casos.
Recientemente, empresas de fertilizantes, agroquímicos y productoras de maquinaria agrícola anunciaron que deberán frenar sus actividades hasta tanto recuperar el acceso a insumos. El sector automotor, mientras tanto, se maneja con stocks mínimos y está cerca de tener que frenar. Nissan, una de las empresas del rubro, tuvo que parar por algunos días antes de retomar la producción.
“Lamentamos informarles que a partir del día de la fecha no recibiremos más pedidos, la falta de ingreso de materia prima nos obliga a tomar esta decisión” (Iezzi)
En ese contexto, el sector textil es fuertemente dependiente de insumos y partes importadas, por lo que no queda ajeno a los problemas.
“El sector textil viene arrastrando varios inconvenientes. En la pandemia y post pandemia hubo suba del precio internacional del algodón, acrílico y transporte de China a Argentina en dólares. Para el mercado local fueron muchas las pymes que cerraron por lo cual el mercado perdió oferta. Por su parte, la falta de insumos está siendo crítica para la producción local como el caso de los cierres en las pymes locales por falta de acceso a dólares y a la importación. Hay faltante de zamac que es una aleación de metales para los deslizadores de los cierres y latón para los terminados metálicos además de los repuestos importados” detalló Damián Di Pace de la Consultora Focus Market.
El freno a la toma de nuevos pedidos por parte de YKK afecta a toda una red de clientes que tiene en esa empresa a su principal proveedor. Algo que se ve agravado porque, a pocas semanas del inicio del verano, las empresas de indumentaria están empezando a producir la ropa del próximo otoño e invierno.
Las trabas a las importaciones se extremaron en días de fuertes ventas de reservas por parte del Banco Central (Reuters)
“El problema con los cierres es que en base al desarrollo de un producto se necesitan medidas y colores muy específicos. No es que hay un stock y que se compra, sino que se hacen a pedido. Así, con anticipación de unos 6 meses se empieza a cursar el pedido, con la idea de tenerlo disponible en 60 días”, dijo a este medio Fernando Cuomo, encargado de producción de Sownner, una marca de indumentaria deportiva que emplea a 20 personas.
“Con la salida de YKK, tengo que ponerme a consultar a productores alternativos. Pero no soy yo solo, todo el mundo está haciendo lo mismo, con lo cual los precios se disparan, la capacidad productiva de esas empresas se saturan y los tiempos se estiran. Yo mando a cortar tela hoy, con suerte voy a recibir los cierres en marzo y, cuando mando a confeccionar, con suerte recibo el producto en abril o mayo. Ya es tarde, los mayoristas compran invierno en marzo. Y la de invierno es la ropa que más cierres usa”, agregó Cuomo.
En la cámara de productoras locales de cierres de cremallera atribuyeron el problema al hecho de que YKK depende completamente de importaciones.
“Nosotros como somos fabricantes nacionales e importamos muy pocos insumos, no estamos teniendo problemas. Hoy está teniendo problemas el que importa el 100%”, dijeron voceros de CAFAICYM en conversación con Infobae.
Al momento del cierre de esta nota, representantes de YKK Argentina no habían respondido a consultas de Infobae.