Un día después del desastroso resultado electoral del PSOE en las elecciones municipales y regionales del domingo 28, el presidente del gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, anunció este lunes la disolución de su gobierno y la convocatoria a elecciones generales anticipadas.
A menos de 24 horas de haber votado para renovar las autoridades de los ayuntamientos y de algunas comunidades autónomas, los españoles volverán a las urnas el 23 de julio para las generales, cita que estaba prevista para diciembre en el calendario electoral.
“Asumo en primera persona los resultados y creo necesario dar una respuesta”, dijo Sánchez desde las escalinatas del Palacio de la Moncloa en un un anuncio que sorprendió a todo el arco político.
“Creo necesario dar una respuesta”, dijo Sánchez desde las escalinatas del Palacio de la Moncloa. Foto: EFE
“He tomado esta decisión a la vista de los resultados de ayer -admitió Sánchez-. Numerosas instituciones pasarán a ser administradas por nuevas mayorías conformadas por el Partido Popular y por Vox. Y aunque las elecciones de ayer tenían un alcance municipal y autonómico, el sentido del voto traslada un mensaje que va más allá”.
Una apuesta arriesgada
La apuesta arriesgada del presidente del gobierno congeló la luna de miel del Partido Popular con su electorado que sólo pudo festejar el triunfo de haber sido el partido más votado durante la noche y la madrugada del domingo.
El PP le sacó una ventaja al PSOE de 800 mil votos con los que lograron arrebatarle a los socialistas territorios clave como la Comunidad Valenciana, Aragón Extremadura, La Rioja y Baleares así como los municipios de ciudades de peso para el PSOE como Sevilla o Valladolid.
Despabilar al electorado de izquierda
Este todo-o-nada de Sánchez apunta a despabilar al electorado de izquierda que, desmotivado, prefirió no ir a votar el 28 de mayo.
Al presidente del gobierno parece no afectarle desdecirse a sí mismo: lleva meses asegurando que el gobierno de coalición que encabeza con Podemos desde enero de 2020 goza de buena salud y que la Legislatura llegaría a su fin sin sobresaltos.
El castigo electoral del domingo, sin embargo, lo habría hecho cambiar de idea.
Sánchez, durante una rueda de prensa celebrada este lunes en la Moncloa. Foto: EFE
El adelanto de las elecciones que anunció es, además, un mensaje para los partidos a la izquierda del PSOE: Podemos, que el domingo obtuvo tristes resultados, y Sumar, la nueva plataforma política que no se presentó en las urnas el 28 de mayo pero pide pista para las generales, acuerden y se unan.
La campaña electoral comenzaría el 7 de julio, fecha en la que ya deberían estar conformadas las nuevas autoridades en las comunidades y ayuntamientos que votaron el domingo 28 de mayo. Para entonces, ya deberían haber quedado al descubierto los posibles pactos que el PP tendría que sellar con la ultraderecha de Vox para gobernar en aquellos territorios que le arrebató al PSOE.
A excepción de la Comunidad de Madrid y el ayuntamiento de la capital, donde la actual presidenta, Isabel Díaz Ayuso, y el actual alcalde, José Luis Martínez-Almeida, lograron la reelección con una mayoría absoluta que les permitirá gobernar en solitario.
Conteo de votos en Pamplona. Foto: AP
Desde el Partido Popular, acusaron el golpe del cambio de escenario al que los somete la audacia de Pedro Sánchez. Aseguran, sin embargo, que los resultados electorales del domingo fueron la verdadera moción de censura contra el gobierno de coalición PSOE-Podemos y pronostican “el fin del sanchismo”.
“Sólo hay un método para solventar estas dudas, que es la democracia -dijo un Sánchez serio y con gesto cansado-. Lo mejor es que los españoles tomen la palabra y se pronuncien sin demora para definir el rumbo del país.”