El descenso del batiscafo a ese profundidad tuvo lugar el pasado 8 de mayo. La inmersión se prolongó durante tres horas, tiempo en el cual el aparato grabó imágenes del fondo marino y realizó también un análisis cartográfico de esta zona del océano Pacífico.
La comunicación entre el batiscafo y la superficie se efectuó en tiempo real y a través de canales hidroacústicos.
La Fundación de Investigaciones Avanzadas dio a conocer el hecho y destacó que, a diferencia de otros aparatos submarinos que alcanzaron el fondo de los mares -el japonés Kaiko y el estadounidense Nereus-, el Vitiaz funciona de manera totalmente autónoma.
“Gracias al empleo de elementos de inteligencia artificial en el sistema de mando del aparato, éste puede eludir de manera autónoma obstáculos en su camino, encontrar una vía de salida en espacios reducidos…”, explicó la Fundación de Investigaciones Avanzadas.
El viceprimer ministro ruso, Yuri Borísov, destacó que la inmersión del Vitiaz es un “gran logro” tanto de la ciencia como para la industria de defensa nacional de Rusia.
El batiscafo lleva el nombre de Vitiaz en referencia al buque soviético de investigación científica que determinó en 1957 el lugar más profundo de la Fosa de las Marianas: 11.022 metros.
El submarino Vitiaz superó el record que hace un año había establecido el estadounidense Victor Vescovo, quien a su vez había superado la marca que ostentaba desde 2012 el cineasta James Cameron.