Un turista canadiense murió de un infarto en Cuba. Pero su familia recibió otro cadáver y ahora no saben dónde está el cuerpo del hombre fallecido.
Una familia canadiense viajó el mes pasado a Cuba en busca del tan ansiado Caribe, pero todo terminó de una manera terrible: un hombre de 68 años murió en las playas de Varadero el 22 de marzo y luego las autoridades locales le enviaron a su familia el cadáver de un joven ruso.
Además, más de un mes de la muerte de Faraj Janjour nadie sabe dónde está el cuerpo. En ese contexto desgarrador, funcionarios canadienses se involucraron en la gestión para poder recuperar el cuerpo del turista fallecido en Cuba.
La ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Mélanie Joly, informó este miércoles que habló con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, después de que las autoridades de la isla repatriaran a Canadá el cuerpo de un ciudadano ruso en vez del de un canadiense que murió en marzo en Varadero.
J'ai parlé avec mon homologue 🇨🇺, @brunorguezp, du cas de M. Nous sommes extrêmement préoccupés par la situation inimaginable dans laquelle se trouve sa famille, avec qui j'ai parlé hier. Le Canada continuera d'aider la famille Jarjour jusqu'à ce que cette situation soit résolue.
Joly señaló en su cuenta de la red social X que habló este miércoles con Rodríguez sobre el caso de Faraj Jarjour, un canadiense de 68 años de edad que murió el 22 de marzo en Varadero de un ataque al corazón.
“Compartimos la máxima preocupación por la inimaginable situación que su familia sufre”, afirmó Joly, quien añadió que “Canadá seguirá ayudando a la familia Jarjour hasta que la situación se resuelva”.
Miriam, la hija de Faraj Jarjour denunció que las autoridades cubanas repatriaron el cuerpo de un ciudadano ruso 20 años más joven que el ciudadano canadiense.
El hombre fallecido, atrás, en una imagen que tomó la familia de su viaje a Varadero, Cuba.
Miriam le dijo a la agencia AP que había estado nadando con su padre cerca de Varadero, Cuba, el 22 de marzo, cuando él sufrió un ataque cardíaco repentino y murió. Luego cubrieron su cuerpo y lo dejaron en una silla de playa durante más de ocho horas antes de que las autoridades recogieran sus restos para llevarlos a La Habana.
La familia dijo que pagaron 10.000 dólares canadienses (7.300 dólares) para repatriar su cuerpo a Canadá más 15.000 dólares adicionales (10.900 dólares) para el funeral, según los medios. Sin embargo, afirman que los restos del ataúd que llegó desde Cuba no eran los de Faraj, sino los de otra persona.
La familia del hombre fallecido es de origen sirio y vive en Canadá. Reclaman justicia.
El hijo del fallecido, Karam Jarjour, también ratificó la misma versión. Declaró a medios de comunicación canadienses que después de pagar todos los gastos por la repatriación, no saben dónde está el cuerpo de su padre.
Karam Jarjour añadió que el cuerpo que la familia recibió “no venía ni siquiera de Cuba sino de otra isla caribeña”.
“He estado esperando un mes para recibir el cuerpo de mi padre y recibí el de otra persona. Estoy muy triste por lo sucedido. No es normal”, declaró Karam Jarjour a la cadena de televisión canadiense CityNews.
También en X, el canciller cubano calificó el incidente como “desafortunado” y dijo que las autoridades están investigando lo sucedido a la vez que expresó su “condolencias y disculpas” a la familia del ciudadano canadiense.
Faraj Jarjour era florista en Alepo, Siria, de donde son él y su familia. Se mudaron a Canadá en 2016, huyendo de la guerra. “Era amable, amigable. Todos los días sonreía”, dijo Karam Jarjour, y agregó que su padre era activo, disfrutaba de los deportes y hacía ejercicio. “Todos en mi ciudad, Alepo, conocen a mi padre”, añadió.