Hasta que la pandemia de coronavirus empezó a golpear con fuerza a Nueva York en Hart Island se enterraban unos 25 cuerpos una vez por semana. Ahora se realizan cinco entierros semanales. En cada uno de ellos son sepultadas también 25 personas. La tarea ya no la realizan, como habitualmente lo hacían, reclusos del complejo carcelario Rikers Island, sino personal contratado específicamente a tal fin.