Corrupción policial.“Este procedimiento me hizo recordar la época de la subversión, cuando venia la policía con las patotas y hacían lo que a ellos se les antojaba, sin que nadia pudiera decirles nada”
Estos actos ya no toman de sorpresa a la población. La preocupación de décadas vuelve a resurgir..
Estos hechos, que corrompen, al ser humano, están en todos lados, gobiernos democráticos, de factos, autocracias, narco-estados. Esto se acentúa día a día, realzado con el contexto socio económico y político, que esta atravesando la Republica Argentina. Actualmente nadie ve con buenos ojos a los que nos tienen que cuidar, y sobre todo, muchos de los habitantes, no están dispuestos a tolerar actos ilicitos.
Esta conducta no debería encontrarse en el interior de las fuerzas policiales, sin importar la jerarquía.
La palabra CLAVE que suele escucharse es “tenemos que ARREGLAR”.
En Bahía Blanca, un empresario que se dedica de manera profesional, al negocio de la compra, clasificación y venta de chatarra, que trabajaba “en regla”, fue totalmente perjudicado, sin importar la documentación que tenia en su poder.
Miguel José Bentevenga, que tiene una PYME y una trayectoria, desde hace 60 años en un deposito en Líbano al 1200, en la ciudad de Bahía Blanca, sufrió un allanamiento el pasado 18 de enero a la 11:00 hs, lo acusaban injustamente de tener cables robados de una empresa eléctrica, Miguel puso a disposición la documentación que poseía a los funcionarios policiales Mancini, Sergio y Silvestre, Marcelo que llevaban adelante el operativo.
Miguel demostró con facturas la procedencia de los elementos que se querían incautar, “comprados a la empresa Matfer, que a su vez, esta, los adquirió de EDES.
A pesar de que al Sr Bentevenga, no le mostraron una orden de allanamiento judicial, ni se acreditaron como funcionarios públicos, y tampoco se identificaron los testigos y los demás intervinientes., aun así, Miguel, permitió todo ese avasallamiento, porque, según sus dichos el “no tiene nada que esconder”.
A pesar de demostrar que los objetos que se encontraban en el lugar no eran robados, los oficiales hicieron caso omiso y se procedió a la incautación de cables; bajo la justificación de “incautar por falta de ARREGLO y no llegar a un acuerdo”
