Mientras delitos comunes como robos descienden drásticamente durante la cuarentena -las causas registradas en general bajaron un 60% en la primera semana del aislamiento según cifras de la Procuración bonaerense-, los femicidios están lejos de aminorar sus estadísticas a nivel nacional.
En las últimas horas, dos nuevos casos se sumaron a la lista.
Priscila Martínez tenía 15 años, oriunda del Barrio Los Lagos, La Banda, Santiago del Estero. A comienzos de esta semana, volantes digitales circularon en las redes con su cara, pidiendo por su aparición, difundidos por organizaciones como Barrios de Pie, Mujeres Socialistas y Diversidad, el Plenario de Trabajadoras santiagueño. Había sido vista por última vez el 23 de febrero, 1,65 de estatura, tez trigueña, ojos marrones oscuros, contextura delgada.
“Su mamá y familia la están buscando”, decían los carteles. “Mami ya vengo, voy a lavar la ropa de mi tío. Le voy a coser y después vengo”, fue lo último que le dijo a su madre. Su tío, Rubén Ávila, apodado “Tela”, carpintero de oficio, vivía en el mismo barrio, en la esquina de Catamarca y Larebure.
En la noche de ayer, el cuerpo de Prisicila fue encontrado en La Banda, en la casa de Rubén Ávila, literalmente bajo su cama. Los vecinos habían indicado que vieron a Priscila entrar a la casa. El medio local Nuevo Diario, que adelantó el hallazgo, habla también de un ataque sexual, con una investigación a cargo de la fiscal Natalia Saavedra y el juez José Luis Torrelio. El cádaver fue encontrado tras excavar debajo de la cama. Se encontró, entre otras herramientas, un pico para romper cemento. No es la primera acusación en contra de “El Tela”: ya había sido señalado por violar a una joven del barrio, esta vez mayor de edad, tras acordar una cita con un perfil de Facebook con un nombre falso. El cuerpo de Priscilia fue reconocido por su madre por un tatuaje en su piel.
Ávila, por lo pronto, está detenido.
El cuerpo de Jesica Minaglia, de 31 años, docente en una escuela primaria, fue encontrado el martes en su propia casa de la ciudad de Comandante Luis Piedra Buena en Santa Cruz, a 250 kilómetros de Río Gallegos, con manchas de sangre en su ropa. Había manchas de sangre también en el piso. Su ex pareja, Pablo Núñez, un policía de la fuerza provincial, fue quien dio la alerta en una comisaría local.
Así, según detalló el periódico Nuevo Día, una división criminalística bajo las ordenes de la jueza Noelia Ursino llegó a la casa de Minaglia para peritar la escena. Núñez y Minaglia tenían un hijo en común, se habían separado recientemente. Minaglia habría sido asesinada a golpes.
“Ante el conocimiento del femicidio de una compañera docente en la localidad de Piedra Buena, desde Tribuna Docente queremos acercar todo nuestro apoyo a la familia, a sus amistades y a sus compañeras y compañeros de trabajo en este doloroso momento y exigir que se haga justicia y se esclarezca este crimen, donde todos los caminos llevan a presumir que su victimario habría sido un miembro de la policía de Santa Cruz”.
“Exigimos que se investigue hasta el final y no se encubra desde el poder político y desde las fuerzas armadas, este femicidio que angustia a todo el pueblo santacruceño y en particular a la docencia”, indicó un comunicado de la agrupación de maestros Tribuna Docente.
Según el observatorio Ahora que Sí Nos Ven, hubo 18 femicidos entre el 20 de marzo y el 12 de abril, un caso cada 32 horas. Los crimenes de Jesica y Priscila se suman al de Camila Tarocco, la joven cuyo cadáver fue encontrado ayer en el barrio Las Catonas de Moreno, semienterrado en un descampado a dos cuadras de la casa de Ariel González, su ex pareja y el principal sospechoso.
González había sido detenido una semana antes del hallazgo. Se espera que la fiscal Luisa Pontecorvo lo indague por el femicidio en el transcurso de la mañana de hoy.
Si sos víctima o conocés a alguien que sufra violencia de género llamá al 144 las 24 horas.