Sergio Massa se enojó al notar la imagen de Juan Ameri con su pareja y el kirchnerismo se despegó rápido del legislador salteño, quien recibió varios avisos para que presentara su dimisión
La Cámara de Diputados sesionó de manera remota durante doce horas y 45 minutos. Sin embargo, todo giró alrededor del escándalo que protagonizó el salteño Juan Ameri, quien posteriormente recibió una serie de mensajes que le mostraron cuál era el único camino posible a seguir: debía renunciar.
Cerca de las seis de la tarde, el propio presidente de la Cámara Baja, Sergio Massa, fue quien advirtió en las pantallas la imagen escandalosa del ahora ex legislador salteño junto a su mujer. Cuando pidió aplicar el artículo 188 del reglamento, que habilita la suspensión de un diputado, todavía muchos de sus pares no habían visto el polémico video.
En consecuencia, Cecilia Moreau, vicepresidenta del bloque del Frente de Todos, se comunicó con Ameri para informarle la decisión de penalizarlo que acababan de tomar Massa, Máximo Kirchner como presidente del bloque, ella misma como vice y Cristina Álvarez Rodríguez como secretaria. También le advirtió que antes del fin de la sesión se firmaría la resolución para constituir la comisión de cinco legisladores que analizarían su cuestionado comportamiento y que podría derivar en su expulsión. Finalmente, no hizo falta, porque los legisladores, muchos de los cuales definieron el suceso como “bochornoso” a la hora de los discursos, aceptaron su dimisión.
El presidente de la Nación ya estaba enterado cuando llamó a Massa por otro motivo. Lo supo como rápidamente lo supieron cientos de miles de argentinos, tras la viralización de las imágenes.
Después de que se votara la suspensión sin goce de haberes el diputado Ameri ensayó un pedido de disculpas y se justificó en una entrevista radial. Dijo que creyó que se había caído internet, que no sabía que estaba a la vista de todos, que con su pareja estaban angustiados, que no podía tomar una decisión todavía y que solo le besó una teta a su mujer.
El efecto negativo de la escena que el diputado minimizó se derramó rápidamente sobre todo el cuerpo legislativo y principalmente sobre el Frente de Todos, fuerza de la que es parte el ahora ex legislador nacional, un porteño mudado a Salta siete años atrás. “Ojalá renuncie”, dijo a Infobae alguien cercano a Máximo Kirchner mientras desde el oficialismo empezaba un operativo ‘presión’.
Ameri asumió en el Congreso en diciembre pasado cuando el kirchnerista Sergio ‘el Oso’ Leavy renunció a su banca para asumir como senador nacional. Ayer a la tarde fue Leavy uno de los que expresó su malestar y repudio “a la reprochable actitud” del diputado que “ofendió el trabajo legislativo”.
También apuró un pedido de renuncia el partido IgualAR, que lideran radicales del Frente de Todos como Leopoldo Moreau y su hija Carmela Moreau. Desde ese sector, Lucas Godoy emitió un duro comunicado. “Ameri cometió un acto que es una vergüenza y una falta de respeto absoluta, tanto al Congreso de la Nación como a la sociedad argentina”, remarcó y anunció que el legislador había sido separado del Frente de Todos Salta. Además, reclamó que diera un paso al costado: “Creo que debe presentar su renuncia, en forma inmediata”. Y Carmela Moreau hizo replicar rápidamente el pedido de Godoy.
Por su parte, Máximo Kirchner puso a su equipo a trabajar para frenar el impacto. Hubo una contundente gacetilla de prensa para apoyar públicamente el trabajo de la comisión que iba a determinar “la sanción definitiva del diputado en el menor tiempo posible”. “No podemos permitir una irresponsabilidad de esta envergadura, por lo que garantizaremos que se apliquen todas las normas para que sea sancionado de la manera que corresponda de acuerdo a la gravedad de sus actos”, concluyó el frente oficialista.
A las 20, los distintos bloques completaron la lista de diputados y diputadas que dictaminarían sobre la inconducta de Ameri: Moreau y Álvarez Rodríguez por el Frente de Todos; Miguel Ángel Bazze y Silvia Lospennato por Juntos por el Cambio y Graciela Camaño por el interbloque Federal. Cuatro mujeres y un varón.
En tanto, Massa mandó un mensaje a Salta por televisión. Dio una entrevista a Animales Sueltos y dijo: “Yo no puedo permitir, de ninguna manera, que haya un tipo que siga manchando la institución Congreso con un video que se viraliza y que todos sabemos que lo único que hace es seguir destruyendo la credibilidad. La gente se enoja con razón frente a estas cosas”. Pero también pasó un aviso a otros diputados que protagonizaron hechos menores aunque llamativos. “El momento de la sesión o la comisión no es ni para poner un cartel, ni para cambiarse, ni para estar tomando un whisky, ni para estar en la cama tapados”, alertó sobre algunas situaciones. La última fue esta semana, cuando se vio en un zoom a Luciano Laspina con el torso desnudo mientras se cambiaba de ropa.
Aproximadamente a las 23.40, otra vez Massa y Máximo Kirchner se retiraron detrás de la presidencia del recinto. Una diputada llamó al salteño y puso el altavoz. Ya impacientes, Massa y Kirchner hablaron para que los oyera el diputado que todavía se resistía a dar un paso al costado. “Hermano, o mandás la renuncia o te echamos esta noche”, alzó la voz uno de los dos, en lo que resultó el mensaje determinante para que presentara su renuncia.
Massa volvió al recinto para el debate por el Acuerdo de Escazú, el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe.
Después de la votación, le dio la palabra a Carlos Heller para anunciar el siguiente tema a debatir mientras miraba su celular. Lo interrumpió sin dejarlo terminar. Pidió un breve cuarto intermedio, sin dejar las bancas e invitó a los jefes de todos los bloques a acompañarlo detrás de la presidencia. En privado les mostró que acababa de recibir un mail con firma digital con el pedido de disculpas y la carta de renuncia de Ameri. Ya eran las 0.35.
La aceptación de la renuncia se demoró. En Juntos por el Cambio arrancó un debate interno porque, en lugar de aceptarla, algunos reclamaron seguir con el trámite y echarlo del Congreso. Lo explicitó en el recinto Fernando Iglesias: “No queremos enjuagues ni renuncias. Corresponde que se reúna la comisión y que lo expulsen”. Más tarde lo anunció Lospennato que pidió “decoro” y sentar un precedente con la comisión respectiva “como una señal de que esta cámara no va a aceptar estas inconductas”.
El kirchnerismo en cambio ya tenía definido que anoche mismo debía cerrarse el tema y no dilatar una sanción. “Por supuesto tenemos que ir por la renuncia de algún integrante de este cuerpo, pero también tenemos que ir por la reivindicación de la política”, recalcó Claudia Bernazza, diputada nacional encolumnada con el Instituto Patria de la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que puso de ejemplo a la joven diputada Daniela Vilar y a los militantes de organizaciones y asociaciones que habían visto desde los palcos el debate por Escazú.
Después de la sanción de esa ley, a las 3.10, Massa leyó la constitución de la comisión que evaluaría el caso Ameri y la renuncia enviada por mail.
Camaño dijo: “Es el escándalo más bochornoso que me ha tocado vivir y coincido con la diputada Lospennato que no podemos solo aceptar una renuncia”. Reivindicó la rápida reacción de Massa, recordó que en las mismas bancas se sentó una larga lista de históricos diputados nacionales como Bernardo de Yrigoyen o Luis Sáenz Peña y aseguró que lo que “haga un diputado forma un prejuicio que tenemos que aceptar y corregir”. Por su lado, el radical Mario Negri admitió que no fue fácil la decisión, coincidió en aceptar la renuncia y también pidió que la comisión emita una contundente declaración “de cara a la sociedad para que no quede la sensación de que alivianamos la carga, sino que resolvemos rápidamente un problema de inconducta de un colega dentro del recinto”.
A las 3.38 se completó la votación. El secretario parlamentario leyó: 224 votos afirmativos, uno negativo y tres abstenciones. “Ha sido aceptada la renuncia, el diputado acaba de dejar de pertenecer a este cuerpo”, se oyó satisfecho, por fin, a Massa.