Se trata de Juan Manuel González, acusado del crimen de Facundo Iglesias. Lleva más de un mes prófugo. Había sido condenado por intento de homicidio antes de atacar a Facundo
Juan Manuel González, de 25 años y con domicilio en la localidad bonaerense de Bella Vista, partido de San Miguel, permanece prófugo desde hace más de un mes tras ser acusado de un crimen atroz: matar de una trompada a Facundo Iglesias, un joven de 29, padre de un hijo, a la salida de un boliche para robarle el celular. Tras el ataque, la víctima agonizó durante 8 días.
La agresión ocurrió el pasado 10 de diciembre en la esquina de la avenida Doctor Ricardo Balbín y Dorrego, la zona en la que se ubican los bares y discotecas de Bella Vista. Según se observa en un video del hecho, registrado por un testigo, González increpó a Facundo para robarle el teléfono pero como la víctima se resistió, le dio un golpe de puño que lo noqueó en plena calle.
A Iglesias tuvieron que darle cinco puntos de sutura en la parte posterior de la cabeza mientras que su asesino huyó: todavía no se sabe nada de su paradero.
El crimen del padre de familia es el delito más grave por el que lo acusaron a Iglesias, pero no es el primero. Su historia de violencia comenzó mucho antes. Según confirmaron fuentes judiciales a Infobae, tiene una condena anterior por el delito de tentativa de homicidio y violación de domicilio, dictada por el Tribunal Criminal Nº2. La sentencia fue a cuatro años y seis meses de prisión. Sin embargo, el fallo todavía no está firme y el Juzgado de Garantías Nº5 rechazó el pedido de detención en 2019.
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Supuestamente, González atacó a un vecino a golpes con un fierro. Lo golpeó tan fuerte en la cabeza, que lo dejó hemipléjico y con problemas de habla. Estuvo tres meses en coma “El chico tiene una placa de metal en la cabeza y no modula bien. Quedó con problemas del corazón y una mano y una pierna no le funcionan bien. Es atendido por una madre de por vida”, relató Mariana, la madre de Facundo, su más reciente víctima.
Juan Manuel González, el presunto asesino de Facundo
La investigación del asesinato de Iglesias quedó a cargo de la fiscal Lorena Carpovich, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°21 descentralizada de Malvinas Argentinas, quien dispuso una serie de medidas para dar con el sospechoso. Ya ordenó su captura nacional e internacional y de acuerdo con las fuentes consultadas, lo buscan tanto por la muerte de Facundo como por el ataque al vecino. La nueva acusación es por homicidio en concurso real con robo.
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“Si hubiese estado preso por lo que le hizo al vecino, mi hijo estaría vivo”, añadió Mariana.
Quién era Facundo
Mariana recuerda a Facundo -quien tenía una hermana mayor y un hermano más chico- en su charla con Infobae. Habla de una vida sostenida en cuatro pilares: su hijo de nueve años, sus amigos, su fanatismo por Boca y su trabajo en una verdulería mayorista de la zona de Bella Vista.
“Facundo daba la vida por su hijo. Estaba separado de la mamá, pero se llevaban muy bien. Vivía con su papá pero como familia somos muy unidos. Le encantaba trabajar e ir a la cancha. De hecho lo convirtió en una fanático a mi nieto”, relató la mujer.
Mariana sostiene que “es injusto” que lo hayan matado por un celular porque Facundo “era una persona a la que no le gustaba pelear”. Según dijo, en la madrugada del crimen se resistió a que le robaran el celular porque recién había comenzado a pagarlos en cuotas. Lo que sabe es que primero González golpeó a un amigo de su hijo y luego intervino Facundo. Desconoce los motivos de por qué el asesino estaba en las afueras de la discoteca.
Facundo junto a su hijo en la cancha de Boca
“En serio que a mi hijo lo querían todos. Sus jefes, sus amigos y hasta la filial de Boca en San Miguel nos acompañó en la movilización que hicimos para pedir justicia por él. Facu sólo quería trabajar, estar con su hijo e ir a la cancha”, sostuvo.
Luego de la golpiza, Iglesias fue llevado a un hospital, donde le dieron los puntos y lo mandaron a la casa, pese a que tenía mucho dolor en la cabeza.
“Se quejaba del dolor todo el tiempo. Casi no se podía parar hasta que lo llevamos de vuelta a un hospital. Allí, le hicieron una tomografía y descubrieron que tenía una hematoma de gran tamaño en la cabeza. Lo dejaron inmediatamente internado a la espera de que lo operaran”, recordó la madre.
El cuadro empeoró e Iglesias entró en coma, hasta que finalmente murió. “A su hijo le dijimos primero que había sido un accidente pero luego él mismo se dio cuenta de que lo habían golpeado. Gracias a su mamá, pudo entrar al hospital y despedirse de su papá con un abrazo”, agregó Mariana.