Acusó a la administración de no mirar más allá del corto plazo. Y cuestionó las formas de gestión incompatibles con su “ética laboral”.
Javier Papa, un funcionario de Martín Guzmán, dejó su cargo de asesor del Gabinete del Ministerio de Economía. No se fue por motivos personales sino profesionales y lo dejó bien en claro en una dura carta de renuncia. Lo hizo un día después de que se cerrara el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
El ahora exfuncionario ya había dejado en agosto su puesto de subsecretario de Planeamiento Energético de la Secretaría de Energía, literalmente el hombre de Guzmán en la cartera que maneja Darío Martínez. También por motivos profesionales. Su puesto fue ocupado por Santiago López Osornio que, a diferencia de Papa, tenía experiencia en la función pública.
Esta vez, Papa explicó sin vueltas la razón de su alejamiento: “Impulsan mi presente desvinculación las continuas medidas de corto plazo que no se condicen con un rumbo económico desarrollista de mediano y largo plazo, que nuestro país tanto necesita”.
Papa apuntó contra “las formas de gestión prevalentes tanto dentro de su Ministerio (Secretaria de Energía, Gabinete de Asesores), como por fuera (Ministerio de Ambiente), las cuales resultan incompatibles con mi formación profesional, ética laboral y vocación de servicio público”.
El economista, que no tenía experiencia en el sector energético y que, como Guzmán, venía más del área académica y técnica, había tenido roces con funcionarios de Energía, Medio Ambiente y Cancillería.
Economista egresado de la UBA, Papa tiene un doctorado en Economía en el Instituto Max Planck – FSU Jena y una maestría en Políticas Públicas (SPRU Sussex).
Según Papa, “solo a través de una planificación seria, una comunicación transparente y un genuino interés colectivo (no personalista) se podrá poner a la Argentina de pie y alcanzar una economía más próspera, estable y con justicia social”. No encontró esos atributos en la actual función pública.
Pese a todas las críticas, al finalizar su nota, Papa le deseó éxitos a Guzmán “a través de todo aquel personal que, con formación, compromiso y buena fe, aún permanece en su Ministerio”.
La renuncia llega cuando Martín Guzmán finalizó las negociaciones por el acuerdo con el FMI y ahora le toca a la parte política sacar el proyecto adelante en el Congreso.
Una de los principales puntos que se conocieron del pacto es que el aumento de tarifas de gas y electricidad será mayor al que había anunciado inicialmente el Gobierno, más cercano a lo que quería Guzmán y a lo que reclamaba el Fondo. Se había informado que iban a ser de entre 19 y 20% y ahora irán de 20 a 200% según el poder adquisitivo de los usuarios, con un promedio de 59%.
Economía impulsará un aumento de entre 42% y 45% en las tarifas de luz y gas para todo el país. Ese será la suba generalizada para la mayoría de los clientes. En el caso de poseedores de tarifa social será menor (alrededor del 22%), mientras que para sectores de mayores ingresos será mucho mayor, en torno al 200%.